CAPITULO 19
-Como bien sabrás me gusta alguien, y ya no sé que hacer al respecto, porque cada día que pasa me gusta más; siento que estoy viviendo en un poema, aunque nunca antes haya entendido ni un pelo de poesía; porque cada vez que lo veo, siento que el mundo se detiene, que me falta el aire, que muero por dentro a pesar de que mi corazón late más rápido que nunca; pero ahora que siento todo esto la entiendo, la poesía; porque cosas así solo se leen en poemas.- dije mirando al océano, contándole a mi madre mis nuevos sentimientos.
Desdeque se fue, le hablo a nadie en concreto como si ella estuviese aquí y me pudiera aconsejar, no suelo hacerlo mucho a menudo, solo cuando estoy muy confusa.
Como siempre, no obtengo respuesta. Me levanto y empiezo a andar hacia la casa, no estoy muy lejos, un kilómetro o algo así, ya que esta mañana había llovido y no quería alejarme mucho por si acaso, pero necesitaba despejar mi mente. Esta noche es mi cita con Will y estoy muy nerviosa, ya que no se ni dónde vamos a ir.
Llegué a casa, Chloe y Gina estaban en mi habitación revolviendo toda mi ropa, en busca de algo que ponerme, al parecer ya lo tenían todo listo, un vestido blanco de encaje sin mangas ceñido a la cintura.
Estaba poniéndome los pendientes cuando un golpe sonó en la puerta de mi habitación.
-Adelante. -dije, Will entró y se quedó inmóvil en la puerta.
-Vaya. -Sonreí y miré mi vestido.- Estas preciosa.
-Gracias, tu tampoco te ves mal- le dije con un guiño. Él estaba vestido con unos vaqueros y una camisa negra.
Su boca tenía una sonrisa juguetona, y yo no podía dejar de sonreír como una tonta enamorada de este chico sexy.
Cosa que nunca voy a estar.
Me llevó afuera y subimos al coche, poniendo rumbo al centro del pueblo, donde rápidamente caminamos juntos. Sentí el calor de su mano flotar en mi espalda baja. Era dulce e inocente, pero muy erótico, al mismo tiempo. La promesa de algo más entre nosotros flotaba en el aire, silenciosa y desconocida. Me sentía viva. Las estrellas brillaban como diamantes artificiales en el cielo nocturno oscuro.
Rápidamente me di cuenta de que estaba todo cerrado, restaurantes, cafeterías, tiendas, estaba preguntándome dónde íbamos a cenar. Paramos delante de un restaurante de lujo, entramos y Will se acercó a la recepcionista.
-Buenas noches, Tienen reserva?- preguntó la mujer. Miré alrededor, el restaurante era enorme, elegante y estaba todo lleno.
-Mmm...No, no sabía que tenia que hacer una reserva...-dijo Will preocupado.
-Lo lamento señor, si no tiene reserva no lo podemos atender, estamos llenos.- dijo la recepcionista.
Escuché a Will maldecir por lo bajo, le preguntó a la recepcionista otro sitio para cenar, estuvieron hablando un rato y finalmente Will se giró hacia mi y tiró de mi hacia la salida.
-Oye, ¿que pasa?- pregunté.
-La chica me ha dicho que están todos los restaurantes cerrados, que es fiesta y solamente hay un mercadillo al lado del puerto en dónde hay comida rápida.
-Bueno, no pasa nada, vamos ahí a comer y luego veremos que hacemos- dije, tranquilizándolo.
-Está bien.- dijo no muy convencido, con cara de estar pensando.
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Cuando llegamos al puerto vimos el mercadillo, había muchos vendedores, recorrimos la zona. Muchos de los vendedores eran artesanos, que mostraban varios elementos que ellos habían creado.
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Crazy summer love
HumorTres meses, cinco chicas, un apartamento......combina todo esto con unos vecinos ardientes. Maia West y sus cuatro mejores amigas están en su ultimo año de secundaria, este sera su ultimo verano antes de irse a la universidad. Van a estar todo e...