Crazy summer love

CAPIITULO 11

Narra Will:

Ella va de dura, pero yo se que solamente es una fachada, y es en momentos como estos cuando lo demuestra, con pequeños abismos de fragilidad, por que, allí, en su interior tiene un lado oscuro, como cada persona, donde se encuentran todas las cosas que deseamos esconder. Cosas oscuras que nos van marchitando poco a poco, de dentro hacia afuera.

 Ella es como una flor, dulce y frágil, pero se ha ido marchitando poco a poco. Aprendió a verse bien por fuera, escondiendo sus sentimientos bajo un muro de frialdad, así pudiendo esconder sus miedos e inseguridades.

 -Venga, vamos a buscar a las chicas- dijo Eliot mientras salíamos de nuestra casa para ir a al de las chicas.

 *Ding, dong *

 Nora abrió la puerta y salió disparada hacia Eliot. Seguidamente, empezaron a salir todas de la casa, pero no había señales de Maia, estaba preocupado por lo que había pasado antes, Chloe se separó de Noah y se acercó a mi.

 -Tranquilo, Romeo, tu Julieta esta terminando de arreglarse- dijo, y me guiñó un ojo.

 Pocos segundos después de decir aquello, Maia apareció por la puerta vestida con un vestido amarillo ceñido a su pequeña cintura, el escote en pico ahuecando a la perfección sus pechos, estaba increíble, aunque lo que me hizo sonreír fue la sonrisa tímida que se formo en sus labios.

 Avancé hacia ella y ahueque su cara con mis manos y junté nuestros labios en un beso. El beso comenzó dulcemente, pero cuando su boca se abrió gentilmente para mi lengua, el beso se intensificó, convirtiéndose en una guerra de lenguas.

 Se escucharon aplausos y vítores y recordé que teníamos público, Maia también pareció recordarlo ya que nos separamos al mismo tiempo. Me dedicó una tímida sonrisa y sentí que mi corazón se encogió. Le guiñé un ojo y la tomé de al mano para guiarla hacia mi coche, el cual compartimos con Chloe y Noah ya que decidimos coger solamente tres coches.

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 El restaurante era moderno, decorado al estilo mediterráneo. Las paredes pintadas de azul. Las mesas y las sillas de color blanco, había lamparas blancas colgadas del techo y varios complementos de madera clara esparcidos por el local.

 Me senté en la mesa al lado de Dylan y Maia, a su lado estaba Gina y enfrente de mi estaba Eliot, sentado entre Nora y Chloe, Noah estaba a su lado y en la punta estaba Scott, en la otra punta estaba Kate.

 Locas. Esa seria mi definición para todas las chicas de nuestra mesa, locas, completamente alocadas, desde las bromas hasta los comentarios e insinuaciones al camarero, el pobre chico se ha puesto tan nervioso que ha comenzado a sudar y tartamudear.

 -Ahora vuelvo- me susurró Maia y se levanto de la mesa junto con Gina y se fueron hacia el baño. Ese vestido le quedaba estupendo, dejando su espalda al descubierto, mostrando tanta piel suave...

 -Oye, que se te van los ojos – me dijo Dylan dándome un zape en la cabeza ya que estaba a mi lado.

 Le lancé una mirada fulminante, iba a contestarle pero una camarera se acercó a nuestra mesa con nuestros platos, ella iba a pasarle un plato a Kate pero lo inclinó un poco y cayó salsa en el pantalón de Dylan. La camarera dejó el plato rápidamente delante de Kate.

 -Oh, lo siento cariño, de veras, lo lamento- dijo rápidamente la camarera y se acercó aun mas a Dylan.

 Al parecer, a Kate no se le ha pasado por alto que le ha llamado cariño, ya que estaba apretando los dientes y achinando los ojos, fulminando a la camarera, que ahora se acercaba peligrosamente hacia el pantalón de Dylan con una servilleta.