Renny:Aplaudí como loca, emocionada por la recuperación de Rees en la última vuelta. Una carrera más, una más para definir al campeón. Era impresionante como Rees pasaría a la final en primer lugar, las apuestas se dispararon desde ayer, apostando porque él sería el gran ganador.
Una Vez más Race Hamilton probo al mundo que él era mejor en primer lugar que ningún otro. Levantando la motocicleta en su habitual saludo de victoria, dio la última vuelta saludando al público como un maldito engreído. Yo estaba más que emocionada por esa victoria, me encantaba saber que él estaría feliz por ese logro, no lo quería de un humor de mierda si quedaba en el segundo. Salí corriendo a donde estaban celebrando todos los de su equipo. Estaba familiarizada ya con ellos. Unos me abrazaron, alistaron el champagne para la entrada de Rees a la carpa.
Mi corazón se detuvo cundo Rees paro, quitándose el casco recibiendo los vítores de la gente. Las cámaras, periodistas y de más, se acercándose para aclamar a la celebridad de mi novio. Por primera vez los buitres se montaron encima de él, posando para las fotografías. Odiaba a las modelos de bebidas energéticas o de alguna marca cara, con esos trajes que parecían una segunda piel.
Observe como Race las tomaba por la cintura, diciéndoles cosas al oído de modo que las dos zorras rieron tomando a mi hombre en un gran abrazo. ¡Malditas! La rubia y la morena estaban en mi lista de personas más odiadas, quería jalarles el cabello por toda la maldita pista ¡¿Pero quién se creen?!
La opresión se abrió en mi pecho viéndolo como la celebridad que siempre fue a mis ojos, el inalcanzable Rees Race Hamilton. Nuestros mundos realmente eran muy distintos no sé cómo es que se llegaron a mezclar tanto.
Cuando era pequeña, siempre hice todo para estar a la mira de Rees. Holly amaba que los dos hombrecitos de la casa le pusieran atención, al ser su amiga más cercana, me acomode a querer lo mismo. Tener a Rees ahora, como ha estado todos estos días, era un sueño desde la infancia, uno que se perdió el día mis padres murieron y toda la puta élite comenzó a hablar mal de ellos. Los odiaba con todo mí ser, me destruyeron, no solo estaba sola en el mundo, ellos se encargaron de quitarme lo único que me quedaba.
Me mordí el labio pensando en cómo me acerque a Rees después de reencontrarme con él, la sed de venganza a la élite. Quería que alguien pagara por las cosas que habían dicho de mis padres, quería adentrarme en ellos para destruirlos, ese era el plan hasta que me enamore de Rees Maldito Hamilton.
-Así, señoras y señores es como se patean culos italianos -señalando a la carpa de Moretti, Rees hizo una reverencia recibiendo los gritos del equipo.
Las botellas de champagne estallaron, mojando todo a su paso. Rees abrazo a varios del equipo ignorándome por completo. Algo estaba apagado en él, como si por un minuto dejara de ser el Rees que conocía y pasaba a ser... este desconocido total.
- ¿Nena? -dijo acercándose a mí. Levanté la mirada para verlo a los ojos, el azul intenso me tocaba a la puerta, perfectos ojos azules. Como si fuera el mejor manjar del mundo, me obligue a cerrar la boca para no dejar todo lleno de saliva.
- ¡Felicidades Race! -grite olvidándome de todo, no iba a ponerme como novia celosa solo porque un par de mujeres abrazaron a mi hombre. Al fin y al cabo es mío, solo mío.
- ¡Dios, Renny! ¿Algún día vas a llamarme Rees? -lo dijo con una sonrisa en los labios tomándome de la cintura.
-No lo sé, cariño, pensé que dentro de estas carreras eras el insuperable Race Hamilton.
La sonrisa de Race se extendió a kilómetros, mostrando su perfecta dentadura. Este asintió con la cabeza antes de besarme. Si algo tenía Rees, era que ser modesto no le costaba absolutamente nada, a él le encantaba que le dijeran que era el mejor.

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SOLO TÚ
Genel KurguTERCERA PARTE DE LA SERIE "Los Hamilton" Un corazón roto no es la razón para una destrucción nuclear, mucho menos para cerrarse a las nuevas oportunidades que trae la vida. Rees Hamilton es un ejemplo de élite, con un futuro prometedor en el gobiern...