Capítulo 23

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Renny:

No dejaba de pensar en las cosas que podían pasar en esa reunión con su padre, Rees se había ido muy pensativo y sabía hasta cierto punto que se enteraría de muchas cosas, pero William prometió no decir nada, no aun. Necesitaba tiempo para buscar las palabras correctas de cómo le diría hija de quien era.

Por ciencia cierta, Rees se molestaría conmigo por el hecho de mentirle todo este tiempo, más porque desde pequeños le prometí nunca mentirle ya que ese era su problema con la gente, odiaba que la gente le mintiera.

No exageraría si dejara de hablarme por esto, sería completamente normal que lo hiciera ya que Rees no se enamora y ahora... sé que estaba empezando a sentir muchas cosas por mí, lo sentía en el fondo de mi corazón.

Me senté en la cama cuando escuche la puerta abrirse. Rees estaba algo tomado pero no borracho, tenía la chaqueta en la mano y si no fuera por el vaso en su mano no me habría fijado que estaba tomando. Me puse de pie viendo la expresión en sus ojos, como si no me reconociera, como si fuera alguien completamente distinta. Me aclare la garganta intentando romper el hielo que se formaba en nosotros, pero esto era demasiado intenso.

Su mirada era como dos cubos de hielo bien puestos en el cerebro. Di un paso para atrás topando con la cama, insegura de esa mirada.

Rees soltó su chaqueta al suelo, dejándola hecha un desastre en el suelo. Suspiro antes de acercarse, tomar mi cara en sus manos y atraerme a sus labios. Perdida en ese beso, profundice como era de esperarse. Puro amor y calor, todo mezclado junto en una lucha de frialdad. Este era el beso más extraño que jamás me habían dado.

Lo sujete con fuerza, sintiendo como algo extraño crecía en mi interior, como la lujuria, no amor, se apoderaba de mí. ¡Maldita sea! Este jalón en el vientre, erótico a más no poder. Algo extraño crecía en esta habitación, como si fuéramos dos pares de desconocidos.

Levanté los brazos esperando a que él diera el primer paso, solo tenía que jalar mi pequeña blusa rosa sin mangas, el sujetador estaba ausente, odiaba dormir con esa cosa.

No pensándolo ni dos veces, Rees se acercó a mí levantando la blusa, revelando mi cuerpo desnudo de la cadera para arriba. Deje que él me bajara los shorts negros que estaba usando para dormir, de un tirón retiro todo, incluso mis bragas a juego. Sus labios volvieron a invadir mi boca dejándome completamente inmóvil. Lo observe como se quitaba la camisa al tiempo que yo pasaba mis manos en su pecho, de arriba abajo, mezclando todo en un solo sentimiento.

—¿Alguna vez me has mentido, Renny Ren? —dijo Rees en una tonalidad muy suave, como si me preguntara si lo quería.

Me puse tensa al pensar en que le había mentido todo el tiempo, pero el aun no sabía mi identidad y yo necesitaba un poco más de tiempo para soltarlo todo, cuando lo hiciera lo perdería y no podía hacerlo, no aun. Cerré los ojos y negué con la cabeza, no podía decirlo viéndolo a los ojos.

—¿Júralo por la vida de tus padres? —abrí los ojos de un solo, esperaba a verlo enojado o algo por el estilo. Lo raro fue verlo curioso, no enojado. Aun no lo sabe. Respire dándome la oportunidad de mentirle otra vez.

—Lo juro.

Este tenso la boca, como si se pensara en creerme o no. Retirándose de mí, lo vi desabrocharse el pantalón, bajándolo hasta sus tobillos y saliendo de él. Acercándose de nuevo, Rees me tomó del cuello, como si fuera a ahorcarme. Un movimiento lleno de erotismo, nada violento, solo erótico.

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