Capitulo 4

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Me desperté al sentir una suave respiración que hacía cosquillas en mi cuello. Matt siempre tiene el sueño tan pesado, vi su hermoso rostro, durmiendo es mucho más tranquilo que de costumbre. 

-Matthew, despierta dormilon- Reí en su oído.

Seguía sin despertarse. Ay Matt, siempre tan terco, hasta dormido. Acaricié su rostro y el pegó su nariz a mi cuello. No Matt, esta vez no.

-Abre los ojos-. Dije evitando reírme.

-Hmmm- Abrió solo un ojo. Reí.

-¿Cuanto llevas despierto?- Acaricié su cabello.

-Desde las 7, estabas tan preciosa durmiendo, no quise despertarte.-

-Ven acá estúpido- Cogí su rostro y besé sus labios. 

Se acomodó a mi lado y acarició mi rostro. Se ve tan sexy tapado solo de la cintura para abajo. 

-¿Qué tal has dormido?- Preguntó.

-Muy bien, y no sé porqué- Reí

-Tú risa.. Es hermosa, sigue riendo para mi- Dijo mientras tomaba una de mis piernas y la ponía a su alrededor.

-No voy a reír más para ti- Dije bromeando.

-Canta.

-No.

-Baila.

-Más no.

-Besame.

-Hmm.. No.

-¿Te hago dedos?- Sonrió picaramente.

-¿Qué es eso?- Abrí mis ojos por la sorpresa.

-A ver... Es esto- Hizo un gesto obsceno con la mano que consistía en hacer un cero con el pulgar y el índice y con la otra mano introducir el índice en el cero.

-Matt- Le golpeé

-Follame.

-No Matt

-Tú no quieres nada- Rió

-No te deberías extrañar- Murmuré

-Me ofendes.

-Oh Mister Ego- Sonreí

-Te amo tanto Danna... Me haces simplemente feliz- Sonrió.

Lo besé, él es simplemente perfecto. 

-Arriba preciosa, tengo que ir a trabajar y tú Señorita, me distraes- Sonrió.

-¿No te puedes quedar?- Hice un puchero.

-No puedo; le debo una explicación a tú padre- Se levantó, Oh Dios... Mi vista se fue a otra parte que no eran exactamente sus ojos.

-¿Qui... Quieres qué le llamé?- Estaba tartamudeando... Estaba claro que verlo desnudo era... Yummy.

-¿Qué pasa Sra Brooke? -Sonrió- ¿Nunca me había visto así?

Sentía la sangre quemando mis mejillas, bajé mi mirada hacía mis manos.

-Estaría bien que lo llamases- Sonrió.

Subí mi mirada- Está bien. 

-¿Te duchas conmigo?-Sonrió de lado.

-Vamos- Me levanté con la sabana.

-Ah, ah, ah. -Colocó sus manos al borde de la sabana- Sin esto.- La quitó.

Me sonrojé mientras el me miraba de pie a cabeza. Silbó.

-Te tomaría aquí mismo- Sonrió y se acercó para tomarme de la cintura y cargarme en brazos sin apenas esfuerzo. Acaricié sus brazos bien formados. Me dejó en el suelo suavemente sin dejar de besarme, me iba a volver loca. 

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