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» CAPITULO 8: ¡San Valentín! [Parte 2]

14 de febrero de 2014

ZAYN

¿Planes? Listo, ¿Flores? Listas, ¿Chocolates? Listos, ¿Ropa? Lista... ¿Qué más me faltaba? Oh si, ¿Avisarle a Perrie? Listo.

Hoy era San Valentín y aunque no es una fecha que me emocione tanto a Perrie si, por lo que debe ser celebrada. Yo siempre le digo que es bobo tomar un día solo para demostrarle a esa persona cuanto la amas ¿Por qué no lo puedes hacer todos los días? ¿Por qué solo un día y no toda la vida? Obviamente ese "siempre le digo" es falso, porque cada vez que lo menciono salgo regañado y con mis oídos casi sordos, pero así es la vida.

Tenía planeada una salida a un cine al aire libre y una cena casera –totalmente hecha por mí- para hoy junto con detalles típicos como flores, chocolates y muchos besos, así que le avise a Perrie anoche que se vistiera lo más cómoda posible pero hermosa sin revelar los detalles.

Justo a las seis de la tarde, le envié a Perrie la dirección de donde nos encontraríamos –ella se encontraba en el estudio y salía de allí- y me encaminé hacia el lugar: un hermoso parque el cual estaba diseñado con mantas y canastas de frutas y pasabocas para quienes asistieran. Al llegar allí tuve que esperar a Perrie unos minutos y cuando la vi fue como si todos nuestros problemas se evaporaran, se veía fantástica y gracias a eso recordaba porque era que me había enamorado de ella.

- Feliz día amor. - susurre abrazando a Perrie.

- Feliz día mi vida. - susurro ella dándome un beso. - ¿Qué planes tienes para hoy?

- Eso es una sorpresa, pero mientras tanto vamos a ver una película como los viejos tiempos. - respondí sonriendo. Recién Little Mix estaba saltando a la fama ir al cine al aire libre era de nuestros pasatiempos favoritos, ahora es muy difícil hacerlo tanto por tiempo como por seguridad, pero como hoy era San Valentín, todo valía la pena.

- Como en los viejos tiempo. - repitió Perrie sonriendo.

Nos sentamos y empezamos a ver The Notebook, una historia perfecta para el día de hoy. Revisé a mi alrededor y vi muchas parejas abrazadas, todo daba ese aire de romanticismo y nosotros no fuimos la excepción.

Mire a Perrie quien tenía su cabeza en mi pecho, y me puse a pensar en el momento en el que dude de nuestra relación; muchos creían que todo era fingido –yo hasta lo creí- pero no era así, obviamente teníamos problemas y dificultades, pero todo había sido superado.

Al acabar la función salimos tomados de la mano hacia el auto que nos esperaba, de allí nos dirigimos a casa en completo silencio, y un poco incómodo si soy sincero.

Al llegar a casa, nos dirigimos al patio cubierto por una carpa y velo ya que el frio era espantoso para esa época –y aún más en Londres-. Perrie se sorprendió por la cena, sin embargo, en sus ojos notaba un poco de disgusto.

- Vamos, estoy muriendo del hambre. - dije rápidamente. Perrie sonrió de manera tensa y se sentó de forma tosca.

Mientras cenábamos, el silencio incomodo no dejo de existir y era algo que me inquietaba bastante.

- ¿Está todo bien? - pregunte bebiendo un poco de vino.

- Ajam. - respondió Perrie evitando mi mirada.

- Perrie. - dije llamando su atención. - Claramente no todo está bien.

- Solo estoy un poco cansada. - respondió sin mirarme aún.

- ¿Puedes decírmelo mirandome a los ojos? - dije rápidamente y con un tono de furia.

- ¿Quieres saber que me pasa? Pues te lo diré, estoy cansada de todo esto, en mis planes para hoy estaba ir a cenar en un lujoso restaurante, ir a bailar o alguna de las tantas fiestas que hay en esta ciudad. - respondió mirándome con furia y golpeando sus manos en la mesa.

- Wow, así que no te gusto lo que hice ¿no? - respondí asombrado. - No te gusto el poco de normalidad que quería tener con mi novia.

- Nosotros no tenemos normalidad. - respondió cruzándose de brazos.

- Oh, pues perdóname por querer un minuto de normalidad con la mujer que amo y por no querer miles de cámaras mirando lo que hago o dejo de hacer. - respondí poniéndome de pie.

- ¡No quiero normalidad! Quiero vivir mi vida como es en realidad, si me tienen que seguir miles de cámaras que lo hagan, pero no quiero esta mierda. - grito entrando a la casa. Rápidamente la seguí, sin embargo, solo pude oír el portazo en la puerta principal.

Día de mierda.

Editado el 17/06/2019