Viejos Odios - La Colonización de Kalimdor

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Primera Parte

Ignorantes de los terribles eventos que han acontecido en Lordaeron y Northrend, los ejércitos mortales que lucharon contra la Legión Ardiente en la Batalla del Monte Hyjal, se han asentado en las inhóspitas y maravillosas tierras de Kalimdor. Thrall, el noble jefe de la nueva Horda, ha guiado a los orcos hacia la costa donde primeramente desembarcaron, al Este de los Barrens. Asegurándole una nueva nación donde los orcos puedan vivir en paz e iniciar el proceso de reconciliación con los espíritus de la Naturaleza, Thrall ha nombrado a esta tierra Durotar, en honor a su heróico padre. En un gran cañón cerca de la costa, la gran ciudad guerrera de Orgrimmar (nombrada así en honor al legendario Orgrimm Dommhammer) ha empezado a ser erigida, para que los orcos, después de muchas penurias, por fin tengan un lugar al que llamar hogar.

En las abruptas fronteras salvajes de Durotar, cerca de la ciudad de Orgrimmar, un Mok'Nathal, conocido como Rexxar, se lamenta por las continuas guerras en las llamadas "razas civilizadas" de Azeroth. No está claro cómo Rexxar llegó a Kalimdor, pero por años, este noble medio orco-medio ogro ha vivido solitario, con la única compañía de su fiel oso Misha, por lo cual a desarrollado una fuerte empatía con las fuerzas animales del mundo. Al oír los ruidos cercanos de una batalla, Rexxar acude prontamente para descubrir el origen de la misma.

Cerca de un despoblado, Mogrim, un orco explorador de Orgrimmar, ha sido atacado por varios quillboars, los salvajes hombres-jabalí, y lo han herido mortalmente. Rexxar acude en su socorro y despacha a los quillboars. Mogrim, en su agonía, se lamenta de no poder llevar su importante reporte a Thrall, por lo que su honor se verá manchado. Prometiendo llevar el mensaje para honrar al moribundo, Rexxar parte hacia Orgrimmar, mientras Mogrim entrega su espíritu a sus ancestros.


Una vez entregado el reporte a Thrall, el Señor de la Guerra ofrece la hospitalidad de Orgrimmar a Rexxar. Éste agradece la oferta, pero desea asistir, a modo de agradecimiento, a los orcos en la construcción de su nación. Para asistir a Rexxar, Thrall asigna a Rokhan, un Cazador de Sombras, uno de los líderes de la tribu troll de los Darkspear.

La primera tarea de Rexxar le es asignada por el viejo chamán Drek'thar, quien necesita crear una poción que pueda sanar a los guerreros de la Horda en la batalla, pero tal poción requiere muchas muestras de una planta conocida como shimmerweed. Esta planta, desafortunadamente, solamente crece en la región de Thunder Ridge, una peligrosa zona habitada por peligrosos Lagartos del Trueno. Thunder Ridge es una maravilla ecológica, pero extrañamente, los lagartos se han vuelto repentinamente más agresivos de lo acostumbrado. Dirigiéndose hacia Thunder Ridge, Rexxar y Rokhan logran recolectar los especímenes necesarios para la poción, pero no logra dilucidar la causa de la violencia de las bestias.

Nazgrel, en fiel lugarteniente de Thrall, ha sido nombrado jefe de seguridad, y envía a Rexxar y Rokhan a combatir a una banda de Harpías que ataca continuamente las caravanas de suplementos de la Horda, y recomienda eliminar a la líder de las Harpías, una sanguinaria criatura llamada Bloodfeather. Combinando sus amplios conocimientos de las bestias acerca de la cacería, Rexxar y Rokhan localizan a Bloodfeather y la matan.

Dirigiéndose hacia el sureste, Gazlowe, el jefe de ingenieros Goblin de Orgrimmar, ha localizado una fuente de agua fresca para los acueductos de la ciudad, sin embargo, han penetrado profundamente en los túneles dominados por los Kobolds, siniestras bestias rata, que han saboteado los acueductos. Con la ayuda de Rexxar y Rokhan, la amenaza Kobold es contenida.

Completadas estas simples tareas de exploración, Thrall desea que Rexxar viaje hacia un puesto de observación orco hacia el este. El líder orco ha recibido informes acerca de inusual actividad humana en la costa de Durotar. En el puesto de observación, Gar'thok, lugarteniente de Nazgrel, informa a Rexxar que no ha recibido informes acerca de actividad humana, pero el Observatorio de la Horda ha sido atacado por un grupo rebelde de Quillboars. Rexxar y Rokhan se encargan de las bestias. Sin embargo, descubren que, efectivamente, los humanos han iniciado los preparativos para una invasión a Durotar.

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