Capítulo 11- La semilla del mal

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Abrí los ojos, con mucho dolor al pestañear intenté mirar a mi alrededor. Enfrente mío estaban atados Axel y Lucy, cara a cara y al fondo sin que ellos lo pudiesen ver se encontraba la sombra. Yo estaba atado a un banco a unos diez metros de mis compañeros. La sombra avanzaba de manera pausada hacia ellos. De repente se encendió la enorme pantalla de comentarios de la cancha de baloncesto y la sombra desapareció. En la enorme pantalla ponía: "¿Quién de vosotros dos merece morir?"

- ¿Pero qué loco nos a metido en esto? Está claro que debes morir tú Lucy por haber propuesto la idea de venir a este lugar y hacer que todo esto esté pasando.
- Axel eres idiota, te odio, sabes que la culpa la tienes tú por ir de chulo y meterte en lugares que nadie te llama, si os traje a este lugar era para pasar unos días juntos, el grupo se estaba distanciando.
- Pues sólo estas haciendo que se distancie aún más.

Yo miraba como discutían mientras en la grada estaba la sombra atenta a la conversación.
La pantalla cambió y ponía: "Tenéis 60 segundos para tomar una decisión." La sombra empezó a aplaudir y la cuenta atrás comenzó.

- Lucy mereces morir, tú tienes la culpa de todo.
- Axel, el único que tiene que morir aquí eres tú.

Continuaban así, la cuenta atrás seguía, y ellos aún discutiendo.
La cuenta atrás llego a cero, la pantalla cambió de nuevo y ponía : "Y tu Daniel, ¿Quién debería morir?"

Me tembló la voz, dije en voz alta con la cabeza cabizbaja:

- Debería morir Axel.

La pantalla se apago. Se iluminaron los focos apuntando a Axel y a Lucy.
La sombra apareció junto a ellos y arrastró a Axel hacia la oscuridad mientras el chillaba y suplicaba. Las cuerdas de Lucy se afloraron, junto con las mías, me acerqué a ella y la abrazé fuertemente mientras lloraba.

-¿Porqué lo has hecho Daniel? Debería haber muerto yo, Axel tenía razón, yo tengo la culpa de todo esto que está pasando...
-Los amigos nunca se defraudan.-Contesté yo cogiéndole de la mano mientras atravesabamos el campo de baloncesto.

No me arrepentía de la decisión que había tomado, a Axel le conocía de hace dos años pero Lucy, formaba parte de mi vida, era mi amiga desde muy pequeños, había muchos momentos buenos que Axel no me había proporcionado y que si hubiesen matado a Lucy no me lo habría perdonado.

Estábamos ya en el campo de fútbol sala, al fondo había una puerta, avanzamos hasta ella y al entrar vimos todo el material de gimnasia del instituto. Oímos un ruido, a Lucy le dió por mirar y al abrir una taquilla apareció Mikel atado de manos y de pies y con una cinta en la boca.

- Buah chicos mil gracias, pensé que nadie me encontraría, me e despertado aquí dentro, estaba a oscuras, ¿Qué está pasando?
- Cuando salgamos de aquí te lo contamos con pelos y señales no te preocupes.- Le dijo Lucy mientras le daba palmaditas en la espalda.

Ahora vamos a preocuparnos en buscar a Sofía...

Salimos por la puerta y ahora que eramos tres, probamos a buscar primero a Sofía para ya entre todos buscar una salida al patio exterior.

Atravesamos todo el gimnasio, volvimos al comedor, había poca luz, debido a que poco a poco el sol se ponía y la luz iba disminuyendo su intensidad.

Nuestra cara de impacto al ver lo que nuestros ojos percibían nos hizo estremecernos.


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Lo primero, no me mateis! Se que e tardado muchísimo en publicar este capítulo, pero es que con el instituto y esas cosas de la vida no encuentro momento, lo segundo, las ideas que me dejasteis en el capítulo anterior me han gustado pero puede que las llegue a usar más adelante. Ahora quiero que me digáis que es lo que creéis que a echo que los chicos se impacten, que han visto para que esten así...

Un saludo!

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