v. Nada más que la verdad

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Nueva Orleans, 1827

Congelada.

Así se sentía al escuchar las dos palabras. ¿De qué otro modo hubiese reaccionado si no? Miró a Elijah por segundos, que parecieron horas para Evangeline. Su mirada era tan seria; sus ojos demostraban que él decía la más pura verdad. Eran vampiros. Entonces, ¿Todo lo demás también era cierto? Porqué, esas personas la tomaron, le dieron un hogar, educación y la trataron como una persona. Entonces ¿Cómo es que todo eso, se veía tan eclipsado de repente? No lo sabía.

Se levantó de su lado y se posiciono en un punto fijo de su habitación, frente de su cama. Se apoyó en el respaldo de esta y soltó un suspiro. Elijah la siguió con la vista, estaba teniendo una mejor reacción de la cual él esperaba. Estaba en calma, parecía serena. La verdad era que su interior era todo lo contrario; su mente comenzó a crear ideas, preguntas y escenarios con todas las posibilidades de lo que podría pasarle a ella o a Marcel como consecuencia de esta confesión.

—Eva—musitó su nombre con suavidad. Él, usualmente, no la llamaba así. La aludida se volteó con lentitud. Sus manos temblaban, el original lo notó de inmediato—. Seguimos siendo nosotros.

La castaña no se inmutó. Aquellas tres palabras comenzaron hacer eco en su cabeza. ¿Si era posible que nada cambiaría después de esto? Podía apostar su vida que no, no era posible. ¿Pero, quería Eva seguir estando de su lado? Esa, podría decirse, era la gran pregunta.

—Tengo preguntas—habló, por fin—. Y quiero la más pura y sincera verdad. No más mentiras, no más engaños—desde su lugar, Elijah asintió.

—¿Qué quieres saber?

—¿Cómo es que ustedes... Son-se convirtieron en vampiros?—la palabras salían con dificultad de su boca porqué todavía no podía procesar que esto, realmente, estuviese pasando. Según historias, esta especie se alimentaba de sangre humana. Mataban para sobrevivir, lo que causaba otra punzada en su cabeza. Eran asesinos.

—Para eso tengo que comenzar desde, valga la redundancia, el principio. De la manera más corta que hay para contar esta historia; al principio éramos seis hermanos. Nuestra hermana mayor que murió por la plaga, Finn, Niklaus, Kol, Rebekah, Henrik y yo—Evangeline había tomado asiento en la pequeña silla frente a su buro—. La realidad es que todo comenzó cuando Niklaus llegó a nuestro hogar con nuestro hermano pequeño, Henrik, muerto en sus brazos. Esther y Mikael, nuestra madre y padre, a pesar del dolor de haber perdido a otro hijo sabían que no querían volver a pasar por una sensación de pérdida tan grande como esa una vez más.

» Querían crear algo; lo que fuese, que protegerá a todos y cada uno de sus hijos restantes para que así nuestra vida se prolongará. Y, no tuviésemos el mismo destino de muerte que tuvo Henrik, más que todo. Porque en el Nuevo Mundo, la plaga casi era inexistente. Así que ella junto a padre, encontraron una solución; el vampirismo. Un hechizo de inmortalidad que incluía magia negra y el desobedecer a los Ancestros en todos y cada uno de los aspectos.

Ties Of Family ━━ The OriginalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora