Parte 6

5K 338 12
                                    

Capitulo Seis

Naruto salio de los ascensores en Namikaze Inc. y la recepcionista lo saludo encantada.

-Hola, Yui.

-Hola, guapo- contesto la chica- ¿vienes a verme a mi?- se río.

-Ojala fuera así, preciosa pero tengo que trabajar.

La chica fingió un mohín. Lo cierto era que aquella morena de ojos verdes era su tipo, pero no estaba el horno para bollos. Por culpa de Hinata.

-¿Sasuke esta en su despacho?- Yui asintió- gracias- dijo avanzando por el pasillo

Al llegar al despacho de su primo, llamo a la puerta que estaba parcialmente cerrada.

-Por lo que me han dicho. Debo darte la enhorabuena- anuncio su primo cuando entro.

-Gracias, pero guárdatelas para después de la boda.

Había ido porque Sasuke y el tenían aquella mañana de lunes una cita con Iruka, el abogado de la familia.

-Ya sabia yo que tarde o temprano- comento el rubio mientras se sentaba.

-Me entere por Sakura- dijo apoyándose en la mesa y entrelazo los dedos de las manos.

-¿Por Sakura?- se extraño Naruto.

-Si, supongo que no pasa nada porque te cuente ahora que me lo has dicho tú personalmente. Sakura estuvo ayer en casa de Hinata y estuvieron hablando.

-Dime que tu mujer la animo a hacer lo correcto.

-Define correcto- contesto el pelinegro chasqueando la lengua.

-Sabes perfectamente a lo que me refiero.

-Tranquilo, tranquilo, que me acabo de enterar que soy tío.- Naruto maldijo- lo cierto es que me debería de haber dado cuenta en cuanto contrate a Hinata de que te parecería irresistible.

-¿Y porque demonios no me dijiste que Sakura y ella eran amigas?

-Porque me entere hace poco. La primera vez que volví a ver a Hyuga fue en la boda.

-Veo que no has reaccionado como otros- observo el ojiceleste.

En aquel momento, llamaron a la puerta y ambos se giraron hacia ella. Era Iruka. Naruto y Sasuke se pusieron de pie y le dieron la mano al abogado; una larga y tediosa reunión tendrían en ese momento y todo porque la hija que había tenido su padre les estaba complicando la adquisición de un hotel de su pertenecía.

Ella quería quedarselo como herencia de Minato Namikaze, pero los hermanos se negaban rotundamente. Esto seria para rato.

+++++++++++++++++++++

Hinata entro en el despacho de Naruto en Namikaze Inc. con los planos de las reformas y, sobre todo, con una decisión en la mente.

Al verla el rubio se puso de pie y salio a recibirla.

-Te traigo los bocetos de la reforma- anuncio la ojiperla- míralos, tomate el tiempo que necesites y hablamos. Se puede cambiar todo, por supuesto.

El Uzumaki agarro los planos y los dejo sobre una mesa. A continuación, cerró la puerta de su despacho y se giro hacia Hina.

-¿Y bien?

Ambos sabían de que iban a hablar. La morena se había dicho que no tenia miedo de el, que no tenia miedo de la extensa familia Uzumaki ni de su dinero e influencia, pero no era cierto.

-He estado pensando en tu propuesta- contesto mordiéndose el labio inferior.

-Muy bien. No esperaba menos de ti.

Hinata se paseo por la estancia y Naruto la siguió. Se giro hacia el.

-He decidido aceptar tu propuesta- anuncio secándose en la falda el sudor que le resbalaba por las manos. Naruto la miro con aire triunfante.

-Nos casaremos el fin de semana que viene.

-¿El fin de semana que viene? ¡Que precipitado!- por un momento había pensado que iba a disponer de mas tiempo para hacerse a la idea de convertirse en la señora de Naruto Uzumaki.

-Has tenido cuatro años- le dijo el rubio como si le hubiera leído el pensamiento.

-En una semana no se puede organizar una boda...

-Por supuesto que se puede. La organizaremos aquí. Yo mismo me encargue de organizar la boda de Sasuke y Sakura y lo hice también en muy poco tiempo- sonrío Naruto.

-Pero acabo de empezar a trabajar...

-Tu lo único que tienes que hacer es venir el día de la boda- Hina lo miro confundida- muy bien, sellemos el acuerdo- propuso Uzumaki.

Y, antes de que a Hinata le diera tiempo de reaccionar, la tomo entre sus brazos y se apodero de su boca. Lo que la ojiperla sintió fueron sus labios, calidos y fuertes y, a continuación, su lengua dentro de su boca, acariciando y explorando.

Hina sintió que una sensación calida y dulce se apoderaba de ella y que el arco iris con todos sus colores aparecía bajo sus parpados.

-Tal y como lo recordaba- murmuro Naruto al separarse, la morena se llevo los dedos a la boca.

-Me olvide de mencionar algo.

-Dime.- Hyuga tomo aire.

-Tengo un par de condiciones.

-Dispara.

-Quiero esperar a después de la boda para explicarle a Himawari con calma que eres su padre biológico. Quiero que tenga tiempo para digerirlo todo. De momento, será una gran sorpresa para ella que nos casemos.

-¿Y no seria mejor explicárselo todo de una vez?

-No, quiero que primero se acostumbre a ti, que te conozca y aprenda a quererte de manera natural, sin obligarla diciéndole que eres su padre.

-Me parece bien- acepto el ojiceleste aunque no parecía completamente convencido.

-Accedo a casarme contigo por el bien de nuestra hija- comento- se que podrá disfrutar de muchos privilegios y que me ayudaras a educarla- Naruto asintió satisfecho- por eso nuestro matrimonio será de conveniencia. Lo hago por ella, así que no me voy a volver acostar contigo.

-Pero si te acabas de derretir cuando te bese.- Uzumaki apretó los dientes y sonrío.

-Esas son mis condiciones- repitió Hinata. Naruto se quedo mirándola a los ojos por unos instantes.

-Esta bien, tendremos habitaciones separadas- contesto por fin.

Hinata se relajo. Se sentía agradecida por poder disponer de una habitación propia, por poder contar con un espacio entre cuatro paredes en el que poder resguardarse. Ahora lo único que quedaba era construir las mismas paredes alrededor de su pobre corazón.

Aunque ella sabia que Naruto no se rendiria.

Continuara....


La Venganza PerfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora