Parte 10

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CAPITULO DIEZ

El lunes Naruto fue el primero en llegar a la casa, Hinata y el habian decidido acomodar sus agendas laborales todo lo posible para pasar el mayor tiempo con Himawari y utilizar a la niñera lo menos posible.

-Hola Naruto- saludo Shion con una sonrisa radiante.

-Hola- la saludo Naruto-¿todo bien?

Shion asintio y a el ojiceleste le parecio que se ponia nerviosa. Al instante, reconocio la reaccion. Si bien sabia que no era una estrella de rock estaba acostumbrado a que las mujeres sintieran cierta atracion hacia el.

Naruto no sabia si la niñera se habia dado cuenta que de que el y Hinata habian comenzado su matrimonio durmiendo en habitaciones separadas. De haberlo hecho no habia comentado nada, por eso para no levantar rumores habia instalado a la marena en la habitacion junto a la suya.

Por eso y porque, evidentemente , la queria tener lo mas cerca posible de el.

Uzumaki se solto la corbata en el momento en el que su hija entraba al salon con una de sus muñecas en mano.

-Hola, preciosa-la saludo poniendose en cuclillas y abriendo los bazos.

La niña corrio hacia el. Desde que vivian juntos, Himawari le habia enseñado muy bien sobre sus muñecas. La que llevaba ese dia se parecia mucho a una que tenian sus hermanas de pequeñas y que habia terminado en la picsina cuando el rubio habia decidido ver si podia nadar.

-Hola- le respondio la pequeña algo timida.

Aunque al principio se habia mostrado encantada de verlo, ahora parecia dudar. Naruto se dijo que era normal dar un paso adelante y dos atras en cuanto a la relacion con los niños asi que no le dio mucha importancia.

Cuando Shion se fue, Hima y el jugaron con un rompecabezas en el salon hasta que llego Hina y salieron a recibirla al vestibulo. En cuanto la vio, el ribio sintio que si no dejaba de verla no podria controlarse, lo que ocurria siempre que estaba con ella.

-¡Mamá!

-Hola cariño- la saludo Hinata- ¿que tal estas? ¿que hacian?- le pregunto acontinuacion a Naruto.

-Estabamos jugando a un juego de mesa-le contesto.

Un juego mucho mas sencillo que el juego que estaban jugando ellos y que era para adultos y que tenia la confianza que pronto terminaria ganando el mas tentador de los premios, a ella. Naruto se acerco a la ojiperla y la beso en la boca, dandose cuenta de que su hija los miraba con mucho interes.

-Vamos que les preparare una parrillada- les dijo a ambas.

-Yo prefiero una hamburguesa- contento Himawari.

-Muy bien, marchando una hamburguesa para ti-contesto el Uzumaki acariciandole la cabeza- vamos a la cocina y me ayudas.

-Vayan ustedes- dijo Hinata- yo ire a cambiarme y ahora bajo.

-¿Necesitas ayuda?- sonrio el rubio.

-No, gracias- le contesto ella con una mirada desaprobadora.

-Como quieras- sonrio Naruto- pero uno de estos dias tendre suerte.

Hina sacudio la cabeza y subio las escaleras. Cenaron en el porche, viendo el atardecer. Las preguntas de la pequeña sazonaron la velada y el ojiceleste penso que asi seria su vida de ahora en adelante y la verdad no le molestaba en lo mas minimo.

Formaban una familia y se sentia bien, muy bien. A lo mejor, deberia haberse tardado en acostumbrarse al cambio, pues habia pasado de ser un playboy a un padre y esposo protector, pero lo cierto era que se sentia perfectamente en su nuevo papel.

La Venganza PerfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora