_ Estoy muy confundido. No sé cómo explicarlo... luego de ese día, no podía entender por qué no te había visto otra ves. Y ahora... el destino me ha jugado una mala pasada - dijo con una voz que podría parecerse a un susurro, lo que hizo que me estremeciera aún más.
Giré hacia él y pude verlo totalmente arrebatado. Sabía como se sentía. De verdad lo sabía.
_ Por favor, necesito que digas algo. Algo para no sentirme tan, loco... - dijo aún con ese tono en la voz.
_ Perdóname - dije como pude - Por haberme ido ese día.
Pude ver como una sonrisa de costado se asomaba por su cara. De pronto comenzó a acercarse a mí, ese hombre era demasiado seductor. Estaba tan cerca de mí, que hasta podía oler su perfume. Era maravilloso. Podría haberme derretido en ese instante.
_ Aún no es tarde - dijo corriendo un mechón de pelo de mi mejilla. Sentía como sus dedos acariciaban mi piel - Me gustas Samantha. Muchísimo - dijo posando su mirada en mis ojos y más tarde en mis labios. Luego apoyó sus labios en los míos. Era lo más dulce que había probado.Nos besamos como si hubiéramos necesitado hacerlo durante mucho tiempo. Él tomaba mi cara mientras yo me mantenía abrazada junto a él. Un poco de racionalidad surgió en mi cabeza y me alejé de su boca, él me miró, con los ojos sumergidos en mí, perdidos, y luego se sentó en el sillón donde pocos minutos antes habíamos estado sentados.
_ Lo siento, yo... no pude evi... - pero mi voz lo interrumpió.
_ Va a ser mejor que te vayas, Johnny. Vanessa estará esperándote... - dije con un tono ahogado. Doliéndome por dentro la realidad. Johnny no dijo nada más. Me miró, con sus ojos oscuros, para luego salir de la habitación.
