Estaba totalmente apetecible, y una ves mas sentí como el mundo me daba vueltas. Sin embargo, esta ves el alcohol había sacado un poco más de coraje en mí.
_ Lo siento, no sabía que estabas aquí, no podía dormir
_ Yo tampoco – dijo Johnny prendiendo un pequeño velador que se encontraba al lado del sofá. Su miraba se encontraba seria, pero aun así sus ojos brillaban.
Me acerqué, maldiciendo mi valor.
_ Sucede algo? – dije clavando mi mirada en la de él
_ Pues la verdad? Sí – dijo mostrando su pequeña sonrisa de costado para luego volver a ponerse serio. – Pero, temo que no querrás saberlo – dijo nuevamente volviendo su mirada a la mía.
Me senté cerca de él, intentando no rozar ni un poco su cuerpo.
_ Si quieres puedes contármelo_ Bueno... el problema es que creo que me estoy enamorando de una muchacha, y... me duele saber que quizá no sea correspondido – dijo tomando un sobo de su vino y mirándome de frente.
_ No eres el único – dije odiándome una ves más. Johnny me miró y luego tiró su pelo hacia atrás, como intentando entender mis palabras.
_ Yo... no bajaré los brazos – dijo manteniendo su mirada sobre mis ojos, luego dejó su copa y se acercó sigilosamente hacia mí, mi corazón habría dejado de latir por unos segundos. Con un movimiento Johnny quitó el pelo de mi cara.
_ No dejaré, lo juro, no dejaré que seamos víctimas del destino una ves más
Sentí como mi corazón ahora latía como un caballo desbocado. Johnny me miró a los ojos una ves más, como necesitando mi aprobación, luego observó mis labios. Se acercó y me besó, lentamente, como si quisiera saborearme, como si no quisiera olvidarlo. Al separar nuestras bocas no pude mas que sonrojarme. Johnny sonrió tiernamente.
_ Te quiero – dijo aún cerca de mis labios. Sentía como todavía mis piernas temblaban, acaso no iba a parar nunca de sentirme así junto a él?
_ Yo también, Johnny.
Tomó mis labios nuevamente y me beso.