Capítulo 24 (FINAL)

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Me fui y no volví. Ivonne salió tras de mí, sin decir una palabra. Sabía que ese no era el momento. Que necesitaba tiempo. Que necesitaba encontrarme sola y con mis pensamientos.
Johnny me llamaba a diario, no sabía cómo había conseguido mi teléfono móvil, pero me lo imaginaba, ya que varias veces había llamado a Ivonne y ella, solo podía decir que simplemente yo no quería atenderlo, aunque ella insistiera. Pero Johnny no bajaba los brazos, y no sabía si eso me dolía o lograba alegrar un poco de lo que en ese momento estaba sucediendo en mi interior.
Habían pasado varios días, tantos que, casi sin percatarme, habían llegado los últimos días en los cuales yo estaría allí. Luego me volvería a Buenos Aires, intentando olvidar, imposiblemente, absolutamente todo.
_ Sam, es Johnny nuevamente – dijo Ivonne entrando en la habitación donde estaba por acostarme, ya que al otro día viajaría
_ Ivonne, he dicho mil veces que...
_ No me iré sin que me escuches – dijo Johnny entrando a mi habitación y tirando su pelo hacia atrás nerviosamente.
_ Los dejo solos – dijo Ivonne, cerrando la puerta tras de sí, y pidiéndome perdón en silencio articulando sus labios
_ Johnny, si aún tuvieras algo de cordura, te pido por favor que te vayas
_ No, no lo haré
_ Por qué haces esto tan difícil? – dije mirando a sus ojos, sintiendo como los míos comenzaban a invadirse de lagrimas
_ Porque te quiero! Acaso no lo entiendes aún? – dijo acercándose rápidamente hacia mí. Dí unos pasos hacia atrás, intentando evitarlo, aunque no sabía por cuento tiempo iba a poder
_ Mañana me iré... - dije sintiendo como una lágrima caía por una de mis mejillas – Lo que pasó entre nosotros...
_ No dejaré que te alejes de mi vida tan fácilmente – dijo llegando hacia mí y haciendo que lo mire – Te juro que no sabía nada – dijo mirando a mis ojos fijamente
_ Vanessa y ese maravilloso bebé, tienes que cuidarlos – dije con un hilo de voz – El destino sabrá por qué suceden las cosas. Johnny por favor, dime que...
_ Lo haré – dijo cabizbajo – Amaré a ese hijo como nunca amé a nadie, pero te querré a ti también, para siempre, y yo te juro que... te buscaré – dijo tomando de mi cintura para abrazarme. No pude evitarlo, me eché a llorar.
_ Te quiero Johnny – dije sin poder evitarlo. Johnny apretó más mi cuerpo contra el suyo.

Recuerdo ello como si hubiera sido ayer. Aún siento su cuerpo contra el mío y su calidas manos tocando mi pelo. El sabor de sus labios y su calor. Pero el destino nos había jugado una ves más una mala jugada. Y las víctimas habíamos sido nosotros dos, aún con todo nuestro amor en nuestros corazones. Johnny cumplió su promesa, no dejó de mandarme cartas y regalos a todo momento, que me recordaban lo mucho que me extrañaba y necesitaba a su lado. Que aclamaban que me amaba, hoy aún más que nunca.

Lo que no sabíamos, el que el destino, acechando, iba a darnos otra oportunidad...


Fuimos Víctimas del Destino ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora