Traté de borrar todos los pensamientos en cuanto a Johnny, después de todo, habían pasado cuatro largos años. Era muy poco probable que fuera, y además... no había podido decirle que no a su petición. La noche había caído y ya estabamos listas para salir. Yo me había vestido sencillamente, con un vestido de verano, y muy poco maquillaje. Por supuesto que Ivonne era absolutamente todo lo contrario, se había puesto brillos por todos lados, pero así era ella y simplemente me encantaba su manera efusiva de ser.
Llegamos al lugar, era un pequeño resto totalmente privado y muy, muy lujoso. Ivonne había conseguido las entradas, gracias a un amigo que era productor. Y allí estabamos. Entramos sin problema, para luego irnos directamente a la barra a pedirnos un refresco. Bueno, más que un refresco, comenzamos con un trago para poder brindar mi llegada. Estaba totalmente relajada y tranquila, pasaban muy buena música y poco a poco, mis pensamientos en cuanto a Johnny y mi miedo de verlo se había esfumado.
Cuando quise darme cuenta eran las 4 de la mañana. Ivonne y yo nos reíamos sin parar, podría decirse que nos habíamos pasado un poco de copas, pero aún así nos veíamos decentes. Ivonne había pedido en la barra una copa más, y mis ojos se dirigieron nuevamente a la pista, sólo para ver cuanta gente se encontraba allí. Hasta que mi corazón se paró de golpe. Johnny se encontraba allí, tomado de la mano de una rubia hermosa, con labios voluptuosos y unos dientes brillantes y diferentes. Sus ojos, por alguna razón, se dirigieron inmediatamente hacia mí, totalmente confundidos. Mis piernas comenzaron a temblar y Ivonne tomó mi mano mirando hacia mi misma dirección.
_ Allí está! - decía totalmente eufórica - Vamos a saludarlo, Sam! - dijo haciendo fuerza para poder apartarme de mi asiento.
_ No - dije casi instantáneamente.
_ Tú estás bromeando, acaso no ves como te mira? - dijo tomando mi cara entre sus manos. - Acaso necesitas otra copa o podemos ir ya? - dijo sonriendo en tono de broma. Mis ojos volvieron a clavarse en él, espantados, y pude ver como él asomo una pequeña sonrisa al ver que Ivonne arrastraba de mí hacia su posición.