Mi pequeño Demonio. »[Rulexby]«

Treasure Hunting (part 1)

Adivinen quién ( ͡° ͜ʖ ͡°) P.O.V:

¡Me cago en to'! ¡El ehtúpido de Frank no ehtáh cumpliendo con su pahte del trato!

Frank eh muh buen actoh, ¿a que sí?

Podrá teneh dinero y todo eso, pero jamáh llegará a teneh tanto como yo. Su padre manejará muchah cadenah de rehtauranteh, pero mi padre eh su jefe. Así que yo también soy su jefe y tiene que acatah mih órdeneh.

Sí, sí, ya sé... soy gilipollah. ¡Pero me impohta una mierda! Rubiuh eh mío. Jamáh pensé que Aleh llegaría a máh con él, pensé que sólo era un maldito capricho. No contaba con que Rubiuh fuera a sentih algo por él. ¡Mierda!

Si tan sólo Rubiuh me viera de la manera en que él mira a Aleh, me haría el hombre máh felih del mundo. La manera en que lo sohtenía en suh brazoh... tan protectoh, como si de ese abrazo dependiese suh vidah. Algo tengo que haceh...

—Er... ¿Mangel?– interrumpe mih pensamientoh Luzu.

Luzu me cae bien, pero sé que él ehtáh detráh de todo. Él sabe algo, pueh ha ehtado todo el rato secreteándose con Rubiuh. Lah ehpresioneh en su cara cambian también cuando ehtáh con él. Ahora que me doy cuenta, su cara cambia con todoh... menoh conmigo.

—Dime.– rehpondí. Mih ojoh se abrieron como platoh al veh cómo separaba mi mano de la de Rubiuh. Plegué mi ceño poh un momento, confundio'.

Ehpera un momento...

—Tú compartirás cuarto con Cheeto.

¡Coño!

—Rubius y yo compartiremos cuarto, Lana y Alex estarán en otro cuarto y...– ríe un momento. —... obviamente, Guille y Samuel estarán en el mismo cuarto. Suerte.– dijo lo úhtimo mientrah daba palmaditah a mi hombro. Volteé a veh mi llave y tomé la de Willy dehpuéh de ehcuchahle decih que no tengo modaleh.

Mi cuahto ehtáh a un lado del suyo. ¡Me cago en la puta! Que suehte la mía. Ahora sé poh qué dijo lo úhtimo.

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Rubén's P.O.V:

Me tumbé en la cama tan pronto Luzu cerró la puerta de la habitación detrás de él. Agradecí a quien sea que haya organizado los cuartos, pues no quería estar con Mangel, quería estar con Alex... pero así estoy mejor.

—De nada.– rió Luzu, como si me hubiese leído la mente. Levanté mi cabeza de la almohada y le miré confundido. Luzu asintió respondiendo mi pregunta y me puse de pie para darle un abrazo.

—Jodeh, ¿qué haría sin ti, tío?– reí al preguntar esto.

—Meterte en más mierdas.– ríe él también por un segundo para tornar su tono de voz serio. —Necesitas trabajar en eso de 'no saber decir que no', Rubius.

—Lo sé.– asentí. —Estoy tratando lo mejor que puedo, créeme.

Luzu iba a decir algo pero alguien llamando a la puerta a golpes descomunales le interrumpió. Ambos fruncimos nuestro ceño y Luzu se acercó a la puerta, la abrió un poco y Frank terminó de abrirla completamente, causando a Luzu caer en el suelo.

—Tú.– dijo mientras a paso firme se acercaba a mí. —Ya va siendo tiempo que dejes a Alex en paz, ¿no crees?– dijo para después empujarme, haciéndome caer sentado en la cama. Inmediatamente mi sangre empezó a hervir así que me levanté y lo empujé de vuelta.

—¿Qué te pasa, capullo?– y al verlo en el suelo estuve a punto de sentarme encima de él y surtirle unos cuantos guantazos, pero el bueno de Luzu me tomó por mi camiseta y me jaló hacia él. —¡Quién te crees, ¿eh?!– exploté. —Luzu... suéltame, por favor.– dije entre dientes, pero Luzu no me haría caso. Forcejeé un poco pero no podía zafarme de los brazos de Luzu, quien decía una y otra vez que me calmase, pero era imposible; Frank y yo tenemos asuntos pendientes.