La rosa del desierto.

Ámame como amo.

2 de octubre del 2015

 Unos dicen que "amar" es dar todo de ti, es estar en lo profundo de alguien. La mente de una niña diferente y profundamente romántica, habla de que "amar" es una metáfora, son simples palabras, voces, almas infinitas, sin paz, son voces dolorosas y destrozadas, son lágrimas disfrazadas de sonrisas irreales. Están más rotas que la misma Tierra dividida. Son simples cosas que valen la pena, a veces, sufrir por ellas, pero Dios dice que quiere el bien para nosotros, y el único amor que nos acompaña día a día, y en cada profundo dolor y profundo pensamiento de nuestra mente, es pura bohemia, es el de él. Son vidas guardadas en un mundo, mas bien en un infierno. Entonces pienso que el "amar" es sufrir por ser feliz, es buscar el placer de tocarse las manos, de verse a los ojos, y de decirse "te amo", pero qué más da... hoy en día nadie realmente sufre por amor, simplemente sufren por pura basura, fumando un cigarro y queriéndose morir. Eso ya no es sufrir, es terminar indignamente con algo que no te pertenece, que no está a tu alcance.  

Es como cuando tu te fuiste, no físicamente, si no espiritualmente, ¿en qué me has convertido? en un hada del bosque obscuro, o en algo mágico, en una bruja mística o en un cuerpo celeste. Simplemente sé que no vago por este mundo trágico y real, si no ando por caminos de ceniza y con olor a incienso de serpiente, esos para alejar las malas vibras y las brujas. Pero siempre está ese árbol que me cuenta las mismas parábolas que tu decías, y aunque no tiene ojos de girasol, tiene la belleza superficial y es más obscuro que tu alma y la mía juntas. Al parecer es mágico, es irreal. Pero tu eras nada más que cenizas de cigarro y un negro intenso, y tal vez tu eras el cielo azul marino obscuro en las noches y yo era las nubes de él. Y este amor sigue siendo verdadero, pero ahora al parecer es más palabras literarias que una parte de mi alma en la tuya. Y esta mente sigue vagando en la soledad y melancolía, no te obligo a que me ames, no te culpo por tu ausencia, no quiero perderte de esta manera. Vuelve y dime que me odias, librame de esta locura, de este desastre, simplemente este amor hermético.