La rosa del desierto.

Fantasmas.

21 de noviembre del 2015

Abrázame más fuerte que a una estrella. Abrázame y deja que mi cabello se enrede en tus dedos de la mano. Estoy preparada para escuchar tus pensamientos, para leer tu mano. Para saber lo que tienes, por lo que sufres, si eres un niño estancado en un pantano de dolor, o en un mundo de mentiras. Algo que jamás sabré de ti es que si de verdad que quieres, o simplemente te cansas de una niña rara y malhumorada. Siente mi pulso en mis muñecas y mi respiración agitada cuando me tomes la mano y enlaces tus dedos entre los míos. Y simplemente nos miremos y digamos "te amo". Es por esa falta de poder que no puedo estar contigo, pero si estás en mi, cómo es posible que no pueda al menos tomarte la mano. Simplemente somos fantasmas, y te quiero a ti, te quiero demasiado que me olvido de mi vida, de mi realidad, y soy esa niña que habla flores y dice frases románticas, y en vez de poner apodos de típicas parejas, te pone apodos de lenguajes coloquiales y te habla de lo tanto que te quiere. ¿En verdad buscas eso? Una niña que  se toma meses para llevar una relación, y que aunque en lo profundo de ese amor, sienta ese enojo por haber estado en su mente a cada momento. Porque sueño contigo. Te pienso, te oigo y en persona es como si solo fuéramos humo y nos desvaneciéramos, porque sinceramente no puedo ver tu belleza, no puedo ver tu sonrisa, no puedo siquiera mirarte a los ojos, no puedo besar tus labios, no puedo decirte que te amo, no puedo tomar tu mano y apreciar los segundos que pasan y yo sigo a tu lado.