Core'ngrato - Larry (traducida español)

*Core'ngrato

Es la noche más negra y casi fría, el viento encrespa las cortinas que se deslizan en la habitación por la ventana abierta, inflexibles y curiosas, exploradoras. La luna hace una especie de resplandor y hay algunas estrellas que Harry puede notar, justo por encima de las mantas de color naranja de tanta contaminación.

Él está agarrando un cigarrillo entre sus largos y pálidos dedos, sus uñas mordidas hacia abajo.

Él no fuma. Él no se muerde las uñas.

Pero él trae el papel húmedo a sus labios y aspira la toxicidad, respira el humo gris-azul y mira la brasa encendida mientras las cortinas le hacen cosquillas en sus rodillas desnudas y secas. El viejo taburete de madera en el que se sienta encima cruje, tal vez por su peso o tal vez porque es viejo o tal vez porque cruje todo en este viejo, viejo departamento-especialmente cuando sopla el viento, especialmente de noche.

"Harry," pregunta la voz con sueño de Zayn entonces, justo cuando Harry chasquea la colilla por la ventana, se siente la picazón persistente de humo del exterior y el frío le cubre la garganta.

Él no se da vuelta. "¿Sí?"

"Vuelve a la cama," es todo lo que suplica Zayn. No es tierno, o simpático, o alentador. Es un simple comando, un amigo que ayuda a un amigo.

O un amante. O lo que sea que Zayn es.

Harry no está seguro. Harry no está seguro de que le importe.

"Sí", repite Harry, sin dejar de mirar por la ventana, su piel helada y hormigueante.

Zayn no dice nada después de eso, simplemente se instala de nuevo en la cama.

Harry sólo mira hacia el cielo, ve resentido la luna, deseando que sea el sol.

*

"Hoy llegaste temprano," Nora sonríe en el minuto que Harry entra a través de la puerta de la panadería vacía, las luces están apagadas, el aire es caliente y huele a panes de canela calientes y pegajosos. "No empiezas por dentro de otros cuarenta minutos, amor." Lo dice tan gentil y tan relajada. Ella está plegando croissants con sus dedos suaves y enharinados, su delantal está manchado y atado apretadamente alrededor de su cintura. Está arrugado y es rosa y está salpicado de flores. Nora es hermosa. Harry la adora. Desea poder enamorarse de alguien como ella.

Desea poder enamorarse de nuevo.

Desea no estar enamorado ya.

"No podía dormir", sonríe, piensa que sonríe, y se encoge de hombros, atando su propio delantal. Es marrón y plano, manchado con grasa. Harry no es hermoso. No ha sido hermoso por un tiempo.

Nora mira el reloj. "Ni siquiera son las cinco de la mañana", reflexiona. "¿No has dormido nada?"

Sacude la cabeza y no la mira a los ojos, sólo se asoma en los pasteles que recubren las bandejas de pergamino empapeladas. Rocía suavemente un poco de azúcar glas sobre las copas de los bollos y sobre los croissants y napoleones, polvos que sobre sus superficies mantecosas brillan, con un cocinado marrón en los bordes. Supone que ama el azúcar glas, le encanta la forma en que se ve. Porque se ve suave y dulce y es un poco como la nieve. Ellos solían amar la nieve.

Cuando deja la bolsa, se encuentra con Nora mirándolo, con calma y sabiendo. Él piensa que él intenta otra sonrisa.

"Tengo algunas órdenes", dice, señalando a la cadena de recibos recortados, las esquinas chocando entre sí. Hay tantos. Todos están garabateados en escritura a mano de Harry -letras rápidas y tranquilas al mismo tiempo. Caótico, algo así. Tal vez refleja su estado de ánimo.

Harry se pregunta si se ha convertido en un caos.

"¿Te importaría decorar?", Pregunta ella, sonriendo porque sabe la respuesta. "Esta petición requiere tantas flores como sea posible. Es para el cumpleaños de una niña. Un montón de color rosa, dice".

La piel cerca de la boca de Harry realmente tiembla, realmente aligerándose en una sonrisa.

"Perfecto", dice, su gorro rascándole la nuca mientras empuja sus mangas hasta los codos. Nora está aún mirándolo, mirando cuando su sonrisa se desvanece de nuevo. "Perfecto".