十八。18

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Aunque no se lo digo, me incómoda un poco estar con él porque no puedo no pensar en Woori cuando lo veo; es exactamente igual a ella y obvio que lo es, son gemelos pero hasta donde puedo ver, es completamente lo opuesto a ella. Es amable, algo tímido y solitario, introvertido aunque un poco gracioso. A pesar de ser gemelo con Woori, él es más alto que ella, viste ropas no tan llamativas como las de su hermana y lleva su cabello revuelto pero no exageradamente. Le queda bien.

Él insiste en querer ir a algún lugar afuera del colegio pero le digo que no entonces vamos a buscar nuestro almuerzo en el salón y luego nos sentamos lejos de los demás, en un lugar que encontré el otro día merodeando cerca de la biblioteca.

- ¿Tienes verguenza de que te vean conmigo? - otra vez su voz me hace pensar en un perrito bajo la lluvia.

- ¿Qué? No... ¿por qué? - me apresuro a contestar.

- ¿Por qué vinimos aquí, lejos de todos? -.

- Me gusta aquí. Creí que a ti también -

Ya que eres como yo, solitario. Ay no, ¿qué estoy diciendo?

- Es tranquilo, podemos hablar sin tener que gritar - me contesta con una sonrisa y empieza a comer su comida. El silencio del lugar sólo se interrumpe con el sonido de nuestrar bocas masticar y los cubiertos chocar entre sí y con la bandeja metálica. De vez en cuando lo miro pero no dejo mis ojos en él por más de dos segundos; su compañía no es la gran cosa pero digamos que tampoco me molesta.

En unos 15 minutos nuestros platos están vacíos y llevamos las bandejas de vuelta al salón. Woori está parada en la puerta del colegio y cuando nos ve juntos, hace un gesto de desprecio y le indica a su hermano que se acerque a ella con un movimiento rápido de su mano.

- Descuida, haré que no te moleste más - me dice casi susurrándome al oído y me guiña un ojo al alejarse. Sonrío porque me causa gracia lo que acaba de decir. ¿Que Woori no me molestará más? Hasta pagaría por ver eso.

Me distraigo unos segundos mientras lo veo subirse a un auto negro con su hermana y una voz, que conozco lamentablemente, casi me mata del susto. ¿De dónde demonios salió?

- ¿Y ése? ¿Quién es? - me pregunta Jimin señalando con un movimiento de su cabeza el auto en el que van los gemelos.

- Dime, ¿eres un ninja o qué? ¡Dejá de aparecerte así de la nada sin hacer ruido! - lo miro irritada. Voy a morir de un infarto antes de tiempo por culpa suya.

- ¿Quién era? - me vuelve a preguntar con un tono más serio. Lo miro en silencio, confundida.

- ¿Qué te importa? Metete en tus asuntos - hago ademán de irme pero me toma del brazo.

- Aún me duele el golpe de hoy - pone mi mano sobre su abdomen y la quito rápidamente, algo sonrojada.

- ¡JIMIN! - una chica se acerca corriendo torpemente mientras lo llama. Cuando está lo suficientemente cerca, puedo distinguir que el cabello que me pareció oscuro a lo lejos en realidad es castaño claro con claritos; está por demás maquillada para venir al colegio y está vestida de pies a cabeza con ropa rosa y blanca.

¿Barbie, eres tú?

- Chim chim, te estuve buscando desde que terminó la clase. ¿Dónde estabas? - su voz chillona me hace pensar en uñas arañando un pizarrón. Se posa sobre sus hombros e ignora mi presencia totalmente.

¿Chim chim? Debo contener mis ganas de reír porque Jimin seguramente me devolverá el golpe que le di sin dudarlo. Se ve nervioso y no logra decir nada. La expresión en su rostro no me ayuda en nada a contener la risa.

- ¿Quién es ella? - otra vez esa voz aguda habla, ahora hablando sobre mí.

- Uhm, es la hermana de un amigo - dice él.

Eso es lo que soy, es verdad pero no sé por qué me sentí algo... ¿molesta? al escucharlo. Me besó y me abrazó, ¿pero solamente soy "la hermana de un amigo"?

- Oh hola, soy Melody. La novia de Jimin - sonríe con un brillo en sus ojos comparable con el de sus uñas perfectamente hechas.

De repente ya no tengo que esforzarme por contener la risa porque ésta desaparece al oír esas palabras. Siento que el aire a mi alrededor se vuelve pesado y no me llega a los pulmones; no sé donde poner la vista, si en ella, en Jimin, en los autos que pasan por la calle, en el pájaro que está haciendo un nido en el árbol a mi derecha o en mis pies, que muevo de manera ansiosa inconscientemente.

- ¿Vamos? Nos esperan - ella suelta sus hombros y sigo el camino que hace su mano hasta llegar a la de Jimin y entrelaza sus dedos con los de él sin ningún problema. Melody lo jala y despide de mi con una sonrisa pero Jimin ni siquiera voltea a verme o dice un mísero "adiós".

Empiezo a caminar mientras trato de ver el camino a través de mis ojos borrosos, irritados por el viento. Sí, están irritados por el viento. Por eso me arden y están llorosos.

Es por el viento. Por el viento.

El viento debe haber penetrado mi cuerpo también porque siento que mi corazón tiembla dentro de mi pecho, se sacude como el agua y esas cositas brillosas que vienen en las bolas de cristal con muñequitos adentro. Debo pasar los puños de mi abrigo sobre mis mejillas para secar las lágrimas que se cayeron sin darme cuenta varias veces.

Maldito viento.

De la nada, mi cabeza imagina una escena con Jimin y Melody; ambos sentados uno al lado del otro, ella con su cabeza apoyada sobre su hombro mientras entrelazan sus dedos y él gira su cabeza para poder ver ese cabello castaño claro posarse sobre él. Posa su mano libre en esa mejilla delicadamente maquillada y ésta levanta la vista. Ambos sostienen las miradas sin resultar incómodo, sino agradable. Y de tan sólo imaginarme el resto, mi corazón se acelera y un nudo en mi garganta me obliga a tener que respirar por la boca.

Jimin no es nadie pero lamentablemente es ese "nadie" que me dió mi primer beso. Lamentablemente es ese "nadie" que me tiene así, al borde de romper en llanto en el medio de la calle.


|| Just One More Day || Jimin ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora