Juntos Por Un Hechizo (Editada)

15.Chocolate y sorpresa.

El me miro con cara de "¿Qué?"

Me parecio gracioso ver su cara.
¿A qué mexicano ( incluida) no le gustaba comerse un crujiente churro?

-Te lo mostraré y lo pruebas- dije sonriendo- no es algo que deba "describir".

Continuamos caminando por la extensa avenida (Eje Central) que aún algunos conocen como " niño perdido" .
Muchos puestos de libros y... Demás chucherías. Supongo que era algo parte de nuestra cultura.

Me apresuré a llegar, y evadir a los que ofrecian sus productos apócrifos.
Una vez que llegamos lo jalé de la mano para enseñarle algo antes de entrar.
Había un cristal, atraves de el uno podia ver como "freían" a los churros.
Todos recién hechos.

Entramos a la churrería "El Moro" en donde el olor a chocolate y churros nos invadió.

Nos sentamos alejados de la puerta y yo ordené por él.
Si uno pedía café o chocolate le daban los churros para acompañar.
Pedí dos chocolates y una orden extra de churros.
Nuestra orden no tardo mucho, había poca gente.

-Pruebalos- dije tomando uno y sumergiéndolo en el chocolate.

-¿Tambien debo hacer eso? - me preguntó con curiosidad.

Me reí de su pregunta.

-No.A mi me gusta hacerlo.Es un 'viejo' vicio que hago a veces.

-Oh,lo que me recuerda que te compré un celular,pero...Será un problema el número por la región.

-Me agrada,asi estaremos en contacto.

-¡Ah ya se!- dijo emocionado- yo puedo ponerle saldo, así no tendrás problemas.

-¿Tendre tu número? ¿Me llamarás?

-Si.Una vez al día mínimo.Yo mismo me encargaré de agregar mi número.

Lauri probó un churro. Su expresión no tenía precio.

-¡Que cosa más deliciosa!- dijo él.

-Y aún no empiezas con el chocolate.

Pasamos la 'tarde- mañana' muy bien.
Lauri pidió unos churros para llevar.
Me encantó hablar con el sobre sus planes a futuro.
Y luego para mi suerte Rafael le llamó a Lauri.

-¿Es que no puedo salir con mi prometida?- se quejo Lauri.

Me rei mientras lo vi discutir por teléfono con mi primo.
Vi un reloj de la churreria y descubrí que iban a dar las diez y media de la mañana.
Se me habia hecho deliciosamente largo el tiempo.

-Debemos regresar,el sobre protector de Rafael nos quiere allá.

-¿No podemos quedarnos más tiempo?- dije suplicándole.

-Supongo que sí. Dejame pagar.

Refunfuñe un poco. ¿Es que Rafael no podia dejarnos solos?
Mire hacia Lauri,formado en la caja para pagar.
Las chicas se le quedaban mirando.
Sentí una punzada de celos.
Quería pegarme a él y golpearlas a ellas.

Traté de calmarme.
Terminé mi chocolate.
El regresó y me sonrió.

-¿Sabes? Te tengo una sorpresa en casa, pero no se si llegue a la cena- dijo el algo preocupado.

-¿Tiene que ver con mi pregunta?

- Si,de alguna forma- dijo nervioso.

-Gracias por traerme - dije perdiéndome en sus ojos y sin dejar de sonreír como boba.

-Quería que vieras ésta "habilidad" que tengo.

-Me gustaría que en otra ocasión sea yo tu guía, si vienes por acá.