Juntos Por Un Hechizo (Editada)

60.Eikki.

A continuación el final de la historia.

Narra Eikki.

La sostenía entre mis brazos,tan hermosa como siempre.

Ella me dió la vida, la amaba mucho y todavía pesaba sobre mí todo lo que sufrió por culpa de mi padre.

Sabía que no podía evitar lo que estaba por pasar.

Mi yo del pasado estaba fusionado conmigo (mi yo del futuro,mi presente) de una manera que ni yo entendía, y algo confuso para mi madre.

Ése maldito pelirrojo se había salido con la suya.
Nos atrapó a los dos en un hechizo para viajar entre dimensiones.
Esperaba que alguien protegiera a mi madre.

Suspiré mientras aquellos amables trabajadores me dejaban frente al castillo.

Esperé mientras se alejaban,no podía arriesgarme a que ella se involucrara con aquel lugar.
Mi conexión con ella cada vez era más fuerte.

Me sentía mal por interferir aún más de lo que ya lo había hecho.

Pero era por el bien de ella,Rafael, mi padrastro habló conmigo la noche en que cumplí 18 años.
La noche en que obtuve todo mi poder al máximo.

Mi madre lloraba mucho el día de mi cumpleaños,a escondidas de mi y mi hermana,pero aquel día yo llegué temprano y la ví destrozada.
Rafael me explicó que no era mi padre biológico (¡Toda mi vida creí que era mi padre!),que necesitaba apoyo mi madre...

Y sin querer se convirtió en nuestro padre.
Aquella noche juré enfrentar a mi padre biológico en persona.

Rafael me llevó a entrenar con Nicolás,el cambia formas en su templo.

Y ahí descubrí la verdad.

Mi padre estuvo a punto de matar a mi madre,sabiendo que estaba embarazada.

Rafael logró salvarla y se escondieron.
Mi padre vivía.

A los 19 ya éra capaz de defenderme y lo busqué.

Vivía en escocia,con un Clan de pelirrojos.

Odié lo que ví.

Consumido por su maldad interior.

Al pelear descubrí su brazalete,el mismo que aún usaba mi madre...

-¿Te gusta mi joya?- me preguntó aquel Lauri.

¡Como pude ser tan evidente al no dejar de mirar el brazalete!

-He visto uno igual y tiene tu nombre- dije con desprecio.

-La conoces...¿ Quién eres para atacarme de repente sin razón?  - me preguntó mi padre de quién herede esos ojos verdes.

-Todos los días ella está triste por tu culpa - dije antes de descargar mi hacha sobre él.

-Eres un Lintu,de éso no hay duda- dijo mientras bloqueaba mi ataque.

Comenzaba a brotar la irá dentro de mí.

Sonreí y transformé mi hacha en una guadaña azul eléctrico.

El me miró sorprendido.

-Es cierto,tienes su sonrisa - dijo con nostalgia.

Sus arrugas se hicieron más visibles al mostrar un rostro sombrío.

-¡No sabes lo mucho que sufre! ¡Te odio! - le grité soltando parte de mi enojo.

-Ella...No debí separarme en ningún momento.

Noté su titubeo.

-¡Acaba con él de una buena vez!- gritó un pelirrojo no muy lejos.