Juntos Por Un Hechizo (Editada)

57. Nostalgia.

No podía descansar, veía hacia el techo,preocupada por Lauri.

Maldito hechizo.

¡Tenía que existir una manera de contrarrestar el hechizo!

Me sentía fatal,llena de molestia.

-Rene...- la voz de Rafael sonaba con preocupación.

-Rafa...

Me sentía derrotada.

No podía estar sin él.

Me sentía frustrada.

-Nicolás encontró tu brazalete - dijo mi primo Rafael mientras me daba mi brazalete.

El brazalete.
No recordaba haberlo perdido.

Lo tomé mientras sentía una punzada de dolor al recordarlo.

-Te daré unos minutos y después nos iremos - dijo Rafael con pena en su voz.

Suspiré por frustración.

Tomé el brazalete,aquel brazalete que me había atado a Lauri.

Noté algo raro.

Mi brazalete había cambiado drásticamente,un hermoso quetzal cubría la mitad del mismo y decía Lauri.
La nostalgia me invadió con más fuerza que antes...

Me pusé el brazalete con tristeza.
Cerré mis ojos tratando de recordar su aroma,su voz,sus besos...

Eran tan sólo unas horas las que habían pasado,y yo lo extrañaba muchísimo.

-Lauri... - dije con mucha tristeza en mi voz.

-¡¿AHORA QUÉ, ES QUE NO PUEDEN DEJARME EN MI TIEMPO LIBRE EN PAZ?!- dijó Lauri gritando frente a mí.

Abrí los ojos llenos de sorpresa.

-Pero...Lauri....Tú..

-Princesa... - dijó el mientras me abrazaba con desesperación.

-Lauri...- dije quejandome de su barba.

-Oh lo siento.

Vestía algo fachoso,parecía no haberse rasurado en varias semanas,aún así olía delicioso.

-No sé qué sucedió - dije sorprendida.

Sonreí como una boba.

-Eh...Este... - Lauri estaba igual de sorprendido.

-Rene debemos irnos - dijo Rafael interrumpiendo.

-Dame unos minutos - dije mientras Rafael no dejaba de ver a Lauri.

-Pero no tardes,ya sabes quién anda algo impaciente.

Rafael nos dejó a solas y ambos quedamos algo incomodos.

-No he roto la maldición - respondí pensativa.

-¿Habrá sido ...?- dijo el mirando hacia la puerta.

-No lo sé. Lauri...

-Te amo - dijo besandome con pasión.

Le correspondí a ese acalorado beso.
Me dejé llevar y con desesperación nos despojamos de nuestra ropa.

Besó mi cuello hasta bajar hacia mis pechos y yo me aferré a su espalda.

Nos fusionamos en un climax de pasión descontrolada sin empezar los preliminares.

Le arañé la espalda mientras le gemía en el oido.

-No puedo vivir sin ti - dijo él aún agitado.

-Lauri...

-Fué demasiado tiempo sin tí - dijo con tristeza en su voz.

-Unas horas...

-Princesa, me fui por meses - dijo el mirándome.

-¿Pasa algo? - pregunté mientras notaba que me miraba.

-No me había dado cuenta de que el tiempo transcurre aquí de otra manera.

-Para mí es como si te hubieras ido hace unas horas - dije abrazandolo.

-No para mí.

-¡Ah que desagradable! - gritó Eikki en la entrada.

Me escondí en Lauri. Ambos seguiamos desnudos.

-¿Es que no puedes tocar?- dijo Lauri enojado.

-Por si lo olvidas no tiene puerta la habitación,par de indecentes - dijo antes de irse Eikki.

-¡Es completamente natural! - grité.

Mientras nos vestíamos no pudé evitar mirarlo.

Tenía un escultural cuerpo, su imagen había mejorado (se le notaba el ejercicio).

Me sentí mal por pensar que se dejó llevar por algún vicio.

-Engordaste un poco - dijo Lauri mientras sonreía.

-¿Eh?

-El tiempo aplica de manera diferente - confesó Nicolás,el cambia formas.

-Ya lo notamos -dijo Lauri cortante.

-Una hora aquí significa un mes allá.

-Vamos Lauri.

Lo tomé de la mano,y Nicolás me detuvo.

-El brazalete es el hechizo inverso de la sombra. No te lo quites.

-¿Cómo se deshace el hechizo?- preguntó Lauri muy serio.

-Es posible,pero no lo hará todo ella.Tú eres el único capaz.

-¿Por qué no me dices cómo?- agregó Lauri enojado.

-No sabe cómo - dijo Eikki.

Regresamos a España,el castillo de mi padre.

No quería saber nada de peleas o entrenamientos.

-Necesito descansar - dije abrazando a Lauri.

-Te llevare a dormir - dijo Lauri mientras me cargaba.

-¿Cuánto tiempo pasó? - quisé saber.

- Cuatro meses - respondió Lauri - que fuerón una tortura para mí.

-¿Qué hiciste en todo éste tiempo? - pregunté con curiosidad.

-Ensayaba con los chicos,en mis ratos libres escribia canciones.

-Oh - fué lo único que atiné a decir.

-¿Creíste que me tiraría en un vicio,no?- preguntó adivinando mis pensamientos.

-Algo así.

El me sonrió con calidez mientras me perdía en sus brazos.

Eikki nos miraba con celos,molestía y algo más que no identifiqué.

Lo que estaba próximo a suceder sería el comienzo de una nueva aventura.