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Una semana.

Me levanté de mi cama al borde del asco, corrí hacia el baño mientras la chimenea crepitaba lentamente.
Aún era temprano,no había luz.
Malditas náuseas matutinas.

Azote la tapa del retrete y vacíe lo poco que comi.
Algo asqueada escupí para tratar de quitarme el horrible sabor.

-¿Estás bien? - dijo la voz soñolienta de Eikki no muy lejos.

- Sí...No puedo creer que algo me cayera mal.

-El idiota de Lauri comió demasiado - dijo Eikki - es la única explicación.

Eikki había dormido en un pequeño sillón, parecía cansado.

-¡No lo llames así! - dije molesta mientras buscaba pasta para dientes.

Me lavé los dientes y mi telefono comenzo a sonar.
Eikki miró hacia la cama,donde tenía mi celular con algo de fastidio.

-¿Que haces aquí? - dije fulminandolo mientras iba por el celular.

El no respondió.
Miré el celular.
Una llamada perdida de él.

- Oh es cierto,no ha tenido la decencia de llamarte desde que se largó - dijo enojado Eikki y evitando mi pregunta.

-¿Cuál es tu problema? - dije mirándolo con dureza.

-¿Porqué lo defiendes? -dijo el muy a la defensiva.

-¿Tan difícil es que lo entiendas? - dije comenzando a perder la paciencia.

- Tal vez porque nunca...

Eikki se interrumpió porque mi celular volvió a sonar.
Hizo una mueca de fastidio.

-¿Hola? - respondí sin mirar a Eikki.

-¿Quién te esta haciendo enojar? - preguntó Lauri algo serio.

-No importa - dije mirando con cansancio a Eikki.

-¿Es él verdad? - dijo Lauri con algo de tristeza en su voz.

-Si.Mira Lauri, creo que no es momento.No hablemos de eso.

-Voy a ver al consejo en unas horas,quería que supieras. No dejaré que me alejen.

-No lo harán - dije no muy segura - nosotros escogimos estar juntos.

-Te amo,en cuanto sepa la respuesta te avisaré.

-Ah Lauri... Deja de comer tanto.Me causaste acidez.

-Lo siento,no debi comer tanta azúcar.

-Rafael tiene rasguños y un ojo morado - dije mirando a Eikki.

-Se lo merecía -dijo Lauri - lo siento princesa,debo irme.

-Preguntale a donde va con tanta prisa antes de las siete de la mañana - dijo Eikki enojado.

-Dile que no le incumbe - dijo Lauri mientras escuchaba unas risas en el fondo.

-Adios Lauri,no le hagas caso.

-Adios princesa - dijo él antes de terminar la llamada.

Me sentí triste.
Deje el teléfono en una mesilla y me fuí a la cama sin pedir permiso o verle la cara a Eikki.
No quería discutir con él,era un caso perdido.

-Te oculta algo ¿Lo sabes no? - dijo Eikki con descaro.

-¿Qué ganas con causarme dudas? - pregunte sin verle.

-Prevenirte, sabes que el puede lastimarte.

-De la misma manera que tú - dije seria.

-¡Yo soy tu sangre! - dijo él indignado.

Juntos Por Un Hechizo (Editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora