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1.12. La fiesta parte 2: "La Resaca"

1.12. La fiesta parte 2: "La Resaca"

Hayley

Había muchas cosas de las que me arrepentía pero creo que el dolor de cabeza que se adueñaba de mí era lo que más lamentaba.

Los recuerdos de la noche anterior eran algo borrosos. Había sido como tener dos personas dentro de mí, la primera que dice muchas estupideces sin pensarlas y la segunda que observaba todo el desastre sin poder detener a la primera.

Cerré los ojos con más fuerza intentando que la poca luz que había en la habitación no me siguiera molestando. Entonces lo recordé; ¡me le había insinuado a Ashton! No, peor aún, ¡lo había besado! Abrí los ojos de golpe y me giré para encontrarme a Ashton. Su brazo descansaba en mi cadera y noté que no llevaba playera.

Mierda. Mierda. Y más mierda.

Levanté la cobija que me cubría pensando que ese bastardo se había aprovechado de mí, pero me encontré con toda mi ropa puesta. Ashton me atrajo con más fuerza y entonces sentí algo que en mi vida había sentido. Volví a levantar la cobija y me sonrojé al notar la erección de Ashton, o al menos el bulto en su pantalón. Joder ese pervertido.

- Ashton -susurré zarandeándolo y sentándome- Ashton -dije un poco más fuerte y lo zarandeé- ¡Ashton! -chillé y él sonrió con los ojos cerrados- Ya estás despierto, abre los ojos.

Los abrió y me sonrió tranquilo. Se veía muy tierno y lindo así. Tenía el cabello enmarañado y los ojos somnolientos pero alegres.

- Buenos días, bonita -me abrazó pegándose más a mí y yo salté pegándome más a la pared- ¿Qué?

- Aleja tu monstruo de mí -chillé estirando mi brazo para marcar la distancia.

- ¿Qué? ¿Monstruo? ¿De qué... -bajé la mirada y él también lo hizo. Entonces rió- Oh, monstruo. Me siento halagado, ¿crees que es grande?

- Eres un pervertido -balbuceé- Asqueroso, degenerado -dije golpeando su hombro.

Ashton rió y se sentó en la cama.- En los hombres es normal esto por la mañana, ¿sabes? No es porque haya pensado: "Oh sí, vamos a presumirle a Hayley por la mañana mi hermoso pene".

- Ew, no lo digas.

- ¿Que no diga qué?

- La palabra con P -dije haciendo una mueca.

- Pene -rió y yo solté un chillido- Dios actúas como niña de preescolar. O una niña de primaria aprendiendo el aparato reproductor. Yo tengo un pene, y tú una vagina, algo totalmente normal. Cuando se unen sin protección, lo más probable es que nuestros hijitos vengan en camino.

- ¡Ashton! -hundí mi rostro entre mis manos sintiendo mis mejillas arder.

- Hablas como... como... ¡Una virgen! -lo miré mordiéndome el labio- Oh, eres una virgen -rodé los ojos porque sabía que haría un comentario de que no era normal y blah blah- Eso es lindo, no es algo de lo que avergonzarse -me dijo sonriendo tranquilo- Quien te diga que eres una perdedora por no hacerlo aún, es un verdadero imbécil. Yo creo que debes hacerlo cuando te sientas lista, o cuando encuentres a la persona indicada o yo qué sé. Eso es decisión propia -se recargó en sus codos levantándose un poco- No te juzgo, nadie debería hacerlo.

Suspiré.- Eres increíble -musité- Gracias.

- Ahora, regresa a la cama -me pidió y rodé los ojos.

- No mientras esa monstruosidad esté a la orden -dije haciendo una mueca.

- Reitero que me siento halagado -rió- Si quieres lo arreglo ahorita.