1.10. ¡No me mate señora Hemmings!

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1.10. ¡No me mate, señora Hemmings!

Ashton

- ¡Buenos días, rayito de sol!

Me levanté sintiendo un terrible dolor en la espalda. Miré por todas partes, en definitiva no estaba en mi habitación. Había hojas por todas partes, e incluso Luke estaba enterrado en ellas con un sandwich de nutella en la mano algo mordisqueado. No tardé mucho en encontrarme con un par de ojos azules claros mirándome.

- ¡Maddie! -dije con voz rasposa- ¿Qué haces aquí?

- Bueno, mamá me mandó a despertar a Luke para el desayuno y te encontré aquí -explicó ofreciéndome una sonrisa angelical- ¿dormiste bien?

Miré hacia atrás; había dormido chueco por el puff, mi espalda tronaba así que era un claro no. Negué con la cabeza y froté con mis puños mis ojos.

- No recuerdo cuando me quedé dormido -bostecé y miré a la pequeña que me miraba con un brillo de emoción en los ojos- Dile a Liz que ya vamos ¿sí, Maddie? -le pedí suavemente y ella asintió. Me paré y le di un beso en la frente, ella soltó un chillido- Anda, por favor.

Salió dando saltitos y murmurando "Dios, es taaaaaan perfecto". Reí y me rasqué la nuca; esa niña era todo un caso. Me sentía algo acosado pero también se sentía bien, quizá era así como se sentía tener fans, chicas que te miran como si fueras lo mejor aunque no lo eres pero te hacen querer serlo.

Me estiré escuchando mi espalda tronar. Un bostezo volvió apoderarse de mí y después volví a estirarme. Me revolví el cabello y comencé a desenterrar a Luke.

- Roberto, levántate -le dije quitándole el sandwich de la mano, o al menos intentándolo porque se aferró- Amigo, mueve tu culo.

- No toques el sandwich, sandwich ser sagrado -dijo sin siquiera abrir los ojos.

- De acuerdo, no hay desayuno para ti -dije tranquilo.

Salí de la habitación y comencé a bajar las escaleras. Él sabía que yo arrasaba con la comida, así que al levantarse no habría absolutamente nada.

Cuando llegué al vestíbulo, Luke bajó las escaleras como un rayo y me miró.

- Hoy no, bro -dijo medio dormido y salió corriendo.

Reí y fui tras de él. Al llegar al comedor, ya estaban todos los niños Hemmings y yo me dispuse a tomar mi lugar junto a Luke.

El rubio se inclinó.- Tienes que hablar con mamá -lo miré confundido- Hillary.

Asentí y tomé aire. La noche se me había ido en eso, pensando en cómo hablar con la señora Hemmings sin conseguir que me sacaran de aquí.

Sólo a mi mejor amiga se le ocurría huir así, sin siquiera avisarme que llegaría.

Y fue como si la estuviera invocando, porque sonó mi celular. Lo saqué de mi pantalón y en la pantalla relucía el nombre de mi mejor amiga.

- ¿Hola? -saludé casualmente.

- ¡Hola, Ashti! -saludó mi amiga empalagosamente.

- Hola, preciosa -dije sabiendo que era difícil enojarme.

Hayley me lanzó una mirada curiosa y yo le sonreí para después saludarla con la mano. La castaña rodó los ojos y cogió un pan de la canasta que estaba en el centro.

- ¡Adivina qué! -dijo mi amiga con emoción que era claramente un reflejo de que estaba nerviosa- Ya sabes que soy la mejor amiga del mundo, y como tal ¡te he venido a visitar! Ven por mí que estoy en el aeropuerto -podía imaginarla con los ojos llorosos y fingiendo una sonrisa.

Living With The Boys (saga) » 5SOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora