■Parte 2■ Capítulo 1: La naito y la justicia.

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Aquí nos encontramos de nuevo hermanos, felices, satisfechos y reclamando mucha ultra-violencia. Si, mucha...

Mi cabello me molestaba y me impedía videar el maravilloso panorama nocturno que me ofrecía Andrew. Necesitaba hacerme un corte de pelo, ya lo tengo hasta la mitad de la espalda...

Pensé arrepentinamente a Alex, tuve un mal presentimiento, algo malo le estaba pasando o más bien me estoy volviendo más besuña por culpa del moloko, ¡oh si!, debe ser eso...

Todos estos pensamientos se borraron o se desprendieron cómo una paloma mensajera comenzando a ir hacia su rumbo. Una entrada a otra información, una bocina.

Un auto se nos acercó y habían cinco chicos pero con otro tipo de atuendo.

-¡Oye hijo de puta! ¡Me las vas a pagar por lo de anoche!

-¡¿Que te pasa imbécil?! -Crichó (gritó) Andrew cómo un macho.

-¡Tu fuiste quien nos... lo, lo siento. Nos equivocamos de personas... pero igual te tengo en la mira y dile a tu hermanito Alex que no se ande paseando por estas áreas ya que esta vez no seremos nosotros quienes irán al hospital.-Dijo mientras masticaba su goma de mascar y expulsandola hasta el litso de Andrew dejando a este que frenara con mucha intensidad.

Sentía cómo mi cuerpo se alejó por una cuestión de segundos del respaldar de mi asieto pero otro shock que impidió a que mi golová rompa el vidrio del parabrisas y que pasara a través de él, fue el cinturón de seguridad. Me salvó la chisna pero ahora me era imposible de calmar los latidos de mi corazón.

Vidée si todos estaban bien y si, ninguno sintió algo, ni siquiera Andrew...

Es el moloko, es el moloko...

El tiempo pasaba scorro y todavía estábamos en el auto, era aburrido y los chicos sólo hablaban de sexo, de chicas y automóviles lujosos. Necesitaba una chica, una amiga que me sería fiel hasta los pies y que no me defraudará arrepentinamente...

-¿Estás bien?- Preguntó Andrew mirándome firma mente.

-Si...- Respondí algo insegura.

-Oye Mike, pasame la botella de moloko que está detrás de ti, a Jane le está bajando la presión de ultra-violencia...

Lo miré extrañamente, ¿Cómo sabía que decaía mi plan de venganza?; ¿Tengo depresión?, pues si es así, es horrible estarlo...

Videaba cómo el moloko pasaba de mano en mano y no me imaginaría la cantidad de microbios que podía contener el frasco. La botella llegó finalmente a su destino, en mis rucas. La abrí y sin esperar ningún segundo más, la tomé cómo si fuese la última vez que mis papillas lo degustaran disfrutando así lo espesa que era.
De poco a poco me sentía atractiva; ah lo siento hermanos, quise decir activa, joroschó, sigamos porque después puede que diga estupideces...; sentí que la chisna me sonreía, relajada en su luminoso y relajador sillón pero también tenía que saber que detrás de su sonrisa angelical frente a mí trayendome caprichos entre caprichos en una hermosa presentación, sostenía una britba que en cualquier momento me la clavará o peor aún, que entre mis caprichos, uno de ellos estuviese envenenado...

Andrew puso un CD en la radio del auto.

-Sólo slusa, te encantará...-Dijo el rubio mirando a la carretera relajando su columna vertebral en el cómodo respaldar pero todavía sosteniendo las manos en el volante.

Ahí mi chisna insignificante cambió al slusar la dulce golosa, era 《Ode to joy》, la segunda vez que la sluso...

Me sentí relajada, el moloko era una especie de pastillas anti depresivas y que me animaban a hacer cosas que normalmente era prohibido por la ley y esos cacharros; joroschó, es cómo algo mecánico que controla mi cuerpo, lo puso en marcha físicamente y mentalmente, cómo a mi me gusta...

~As a Clockwork Orange~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora