~As a Clockwork Orange~

Capítulo 8: El Korova Milkbar.

Aquí comenzaba mi nueva chisna hermanos, si, adentro de un auto desconocido pero con personas que conocía (más clara no puedo ser), Mike y James me habían apodado "Miss DeLarge" tan pronto que hasta les di una cachetada tan joroschó que hizo smecar a Andrew mientras conducía.

No estábamos tan lejos del starrio Big-Ben que no paraba de hacer sonar bastardamente las campanas ya que eran las doce menos cuarto, hacía más frío de lo común pero no era de los húmedos, eran de los secos, temperatura perfecta para que los primeros copos de nieve caigan con delicadeza en el estropeado pavimento londoniense...

Minutos después, llegamos hasta unas calles más oscuras y una tienda que llevaba escrito en letras grandes y blancas"Korova Milkbar" , en la entrada habían nadsats que miraban la puerta, al principio los confundí con payasos ya que llevaban pelucas coloridas en su golová, platis (ropas) anaranjadas, rosadas, amarillas, azuladas... la gran reunión de payasas. Lo peor es que pude distinguir a Lauren, una chica que andaba en mi salón cuándo tenía siete años, era muy extraña en esos tiempos, vagaba sola en los pasillos desiertos, hablaba con las ventanas, reía con las plantas, insultaba a sus calificaciónes y para terminar cómo broche de oro, se sentaba en el suelo y mantenía una larga discusión con su silla que la llamaba "Stacey" . Al principio dudé en que ella tenía un serio problema mental y cómo a Alex y a mi se nos moría las neuronas por tanta curiosidad de lo que ella escondía en su pequeña y besuña golová, una noche "acampamos" en la escuela sin Andrew ya que a él no le apetecía quedarse en uno de los lugares que más odiaba con toda su alma, buscamos en el escritorio y en los archivos de la directora el nombre de Lauren pero desgraciadamente no hubo pista alguna y abandonamos su caso, pero esa noche nos creíamos Alex y yo en Fox Mulder y Dana Scully buscando pistas pero que no hallaba éxito alguno. Fin al cabo, al pasar siete años con este recuerdo que corría por si odinoco (solo), las cosas cambian y verla ahí de nuevo con esa pinta de puta, da una patada en la nostalgia.

Seguimos un poco mas de largo hasta que llegamos a un callejón muy mersco (sucio) y unos indigentes que nos dejaban el paso con una mala intención. Andrew cerró las puertas con seguro y nos dijo a los tres:

-Si nos hacen el más mínimo daño, ya saben lo que van a hacer...

Todos afirmaron con la golová y yo ahí sin saber ni la más mínima idea de lo que tendría que hacer, miré a Andrew y el me soltó un "Tranquila, estás con nosotros" . Nos acercamos hasta que un muro nos impidió el paso, Andrew sacó el seguro y salimos con tranquilidad, el motor se apagó junto a las luces dejándonos en la oscuridad, casi absoluta.

Andaba atrás de Mike, tenía miedo, no estaba acostumbrada, ir a lugares como este, nunca se me hubiera ocurrido. Unas golosas cantaban canciones de marineros pero desafinadamente que hasta creía que iba a quedarme sorda, otras golosas halagaban nuestras platis y deseaban tener lo que llevábamos puesto. Pude slusar y grito y la golosa era de James.

Ahí sentí que alguien tomó mi ruca izquierda y enlazó sus dedos con los míos. Eran suaves, muy suaves pero frías cómo el hielo y algo un poco viscoso, casi líquido, untaba mi ruca y la del desconocido. La solté.
Salí corriendo espantada, odiaba estar ahí. Videaba luces al fondo y siluetas erraban en dirección contraria hacia la luz, unas manos se afirmaron en mis brazos inmovilizadome, dejé caer mi bastón pero impedí con mi pie a que me lo arrebataran. Todo eso pasó hasta que un momento a un otro, slucé unos "crack ", unas golosas maldecían con toda sus almas crichando a voz alta unos "hijo de puta ", "maldito animal " y otras barbaridades, ahí sentí el alivio ya que no sentía la presión de aquellas rucas humanas que exprimian mis pobres brazos.
Tomé ya el bastón y me fui, era mi oportunidad. Mis piernas corrían más rápido que un correcaminos, todo eso hasta que llegué a mi querida meta.