Capítulo 5: Amigo fiel.

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Íbamos de nuevo a rumbo a casa de Andrew para quizás tomar algunas copas de licores o quizás para hablar sobre un nuevo plan...

-¿Trajiste tu traje?- Preguntó el noble amigo que se encontraba a mi lado fumando cómo Dios manda.

-No, no lo pensé... 

-No importa, de todos modos no sabías a que vendría a buscarte aunque puedo darte uno mío.

-Gracias Andrew, me salvas...

-Lo sé bombón...

De nuevo el silencio se apoderó de nuestra unión haciendo así que fuese un poco incómoda.

Calles y avenidas mostraban cada una ellas su hermosura excepcional.

Cómo si fuese casualidad, el sol y el cielo azul se encargaron de permanecer y de no abandonarme hasta que la monstruosa e intimidante naito llegue y se encargue en despejar las voces que dan supuesta mente vida a la totalidad de las calles de los cinco continentes.

De un momento a otro, un (bien maldito) examen comenzó a brotar en mis pensamientos. Era urgente. Era mi examen de matemáticas. 

Bueno, desgraciadamente hay algo en qué tendría la obligación de contarles al respecto de aquella materia. La odio. Es inevitable de odiarla. Ese pedazo de cala agobia a cualquiera que pase en su camino...

-Andrew, ¿Para qué me preguntaste si tenía mi traje?

-Travesuras, querida...

-¿Cuáles?

-Nada, ya escuchaste... ¿Quieres probar? Relaja un montón...-Me tendió un paquete de cancrillos.

-¿Me notas estresada?

-No, desesperada... Entonces, ¿Quieres?

-No Andrew, puedo ser asmática...

-¿Y a quién le importa? Aprovecha que tampoco no hay nadie si te perturba tanto...

Otro delito "fatal" se me presentaba, el fumar.

-Vamos Jane, ya no eres una niña inofensiva, eres fuerte e inteligente.

¿Qué hago? Creo que lo intentaré... pero... ¿Mis pulmones? ¿Que les pasará a esas dos criaturas que me permiten vivir cómo cualquier individuo?. Es imprudente. NO.

-No Andrew. No quiero.

-No te dejaré mi hermosura, deberás de probar el manjar de los Santos y Dioses del mismísimo Olímpo... ¿Qué esperas?

Lo tomé por impulso, al igual que un adicto, comenzaba a desagradarme...

Cuando lo tuve en mis labios secos y aspiré el supuesto aire, un extraño humo y un sabor un poco amargo impregnaban ahora mi sucia boca.

-Ahora sácalo por tu nariz...

Lo saqué de mi boca ya que unas repentinas ganas de toser surgieron al igual que la espuma al servir champaña.

-No puedo, no tengo la misma experiencia que la tuya.

-Al menos la obtuviste...

~As a Clockwork Orange~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora