CAPITULO 35

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MARATON 3/3


- ¿Cómo conseguís los chicos entrar a la residencia de las chicas?- pregunto.

- Es fácil.... ¿Chicos?- remarco la s- ¿Quién?

- Un amigo.

- Ya, si... Bueno ¿me la das?

- Si, entra.

Me quito de la puerta y Yayo entra, se queda observando mi habitación, toda la ropa estaba por el suelo y la cama revuelta.

- Perdona por el desorden. Es que...

- No me hace falta que me des explicaciones de lo que haces con tu amigo-Yayo hizo una mueca.

Sonreí un poco como una tonta, se había puesto celoso.

- Bueno, dame mi chaqueta, no tengo tiempo que perder- me dice serio.

- ¿Te puedes dar la vuelta?- pregunto con vergüenza.

- ¿No llevas nada debajo?- pregunta con una sonrisa pícara.

Muevo la cabeza negando.

- Pe... Perfecto- dice algo nervioso.

Yayo se gira y yo empiezo a bajar la cremallera de su chaqueta.

- ¿Por qué me giro? Si ya te he visto más de una vez desnuda.

Se gira justo cuando me estoy quitando la chaqueta y se me ve todo mi cuerpo desnudo.

- ¡YAYO!- grito.

Corriendo me tapo mi cuerpo con las manos, cayendo la chaqueta al suelo. Escucho una risa de Yayo. Y empieza a acercarse peligrosamente a mí. Demasiado cerca, mi corazón late fuertemente.

- Esta no es la mejor forma para que te olvide ¿sabes?

Yayo no me dice nada pero sigue sonriendo con esa sonrisa pervertida que me pone la piel de gallina.

- ¿Por qué te tapas?- me pregunta.

- No quiero que me veas desnuda- se me ponen más rojas las mejillas.

-¿Por qué? Si ya me conozco tu cuerpo de memoria.

Y es verdad, me ha visto más de una vez desnuda. Pero ahora no me apetece y sé que puede pasar si me quedo desnuda enfrente de él.

- Me siento incomoda...

- ¿Si me desnudo yo también te sientes menos incomoda?- me pregunta y se muerde el labio inferior.

Me rio nerviosa y me sonrojo de nuevo y siento la mano de Yayo en mi mejilla, fría. Yayo está demasiado cerca... Noto su respiración, me corazón late aún más rápido. Maldito Yayo ¿por qué causa esto en mí? Me tiemblan un poco las manos.

- Tu bipolaridad me trastorna- le digo mirándolo a los ojos.

Yayo sonríe pero vuelve a ponerse serio y quita su mano de mí, se quita su camiseta y me la da. Me la pongo, me queda grande, más o menos como un vestido muy corto. Me quedo mirando su abdomen bien formado, hasta que caigo en la cuenta que estaba embobada mirándolo, aparto la mira de él.

- Espera un segundo, busco mi pijama y te doy la camiseta y ya te puedes ir.

Me doy la vuelta y me agacho para buscar mi pijama en mi ropero. Venga ___, relájate, cojo aire. Tomo mi pijama y me levanto. Noto a Yayo detrás de mi, su respiración da en mi oído.

- ¿Puedes dejar de hacer eso? No lo soporto- me giro y lo miro.

- ¿El qué?- me pregunta.

- Todo. Me estas manipulando Yayo, quedamos en que nos olvidaríamos, me lo dijiste claramente esta mañana.

Mundos Opuestos (YayoGutierrez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora