Capitulo 45

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Yayo se separó unos milímetros de mí, pude coger aire aunque todo mi cuerpo seguía temblando por su proximidad. Me miro a los ojos y yo lo imite, mire sus ojos grises, tenían un color precioso y eran profundos, cuando lo mire sentí el dolor de su pasado, de un pasado que yo no sabía nada, pero también vi una dulzura especial, un brillo que me mataba... La mirada de Yayo era especial. Cuando volví a mí ser, pude hablar.

- Y yo que venia a echarte un sermón- dije sonriendo temblorosa. Escuche una dulce risa de Yayo cerca de mi oído.

Yayo levanto un poco mi camiseta, coloco justo en mi curva su mano fría. Ya hacía frío de invierno, aunque seguíamos en otoño, aunque aquí seguro que nevara dentro de poco. Sentí la otra mano de Yayo sobre mi piel, tenía la piel de gallina.

- Se me ocurre otra cosa...- gimió en mi oído y me mordió el lóbulo- que podríamos hacer.

Entonces decidí que esta vez tomaría yo el control. Iba a separar un poco a Yayo de mi, pero él se resistió.

- No, no vas a tomar el control- rio.

- ¿Cómo lo sabías?- me mordí el labio inferior.

- Eres muy predecible- dijo poniendo un mechón que caía sobre mi frente detrás de la oreja.

No me gustaba ser predecible. Roce el paquete de Yayo suavemente con mi mano, sonreí. Le desabroche el pantalón. Yayo tenía una sonrisa burlona en su cara y se dejaba desvestir... Planeaba algo. Cuando dejé a la vista los boxers de Yayo vi el pequeño bulto que había, fui a meter mi mano dentro pero algo me lo detuvo. De repente me encontraba encima del hombro de Yayo.

- ¿Qué? ¡Venga ya!- dije protestando.

Yayo me soltó con delicadeza en su cama, me quito las gafas y se quitó la camiseta, pude ver su precioso cuerpo. Mis manos fueron solas a sus abdominales, Yayo cogió mi cabeza entre sus manos y beso delicadamente mis labios. El beso subió de tono solo, Yayo empezó a gemir en mis labios cada vez que nos recostábamos más y más en la cama.

- Hacía mucho que no te tocaba.

Bajo mi camiseta toco mis senos por encima del sujetador. Gruño y me quito la camiseta. Me dio un beso cerca de mi ombligo y subió. Llego a mi cuello, lo lamio mientras que hacía un masaje en mi bajo-vientre. Yo tenía las manos entrelazadas en el cuello de Yayo. Creo que me hizo un chupetón en el cuello, sentí mi corazón allí.

- - Di un gemido ahogador- ¿Cómo me tapo eso?

-- Yayo rio- Eso no es lo que más te tiene que preocupar ahora...

Yayo bajó con sus besos hasta donde empezaba mi jean. Lo desabotono y lo bajo por mis piernas. Desde que conocí a Yayo, desde esta tarde lejos del internado procuraba que mis bragas y sujetadores conjuntaran, nunca se sabe que puede pasar con Yayo. Aproveche un descuido de Yayo y me escape de su agarre en la cama. Me levante y Yayo me siguió. Sentí que me agarraba desde atrás, note su bulto en mi trasero y su aliento en mi nuca. Menos mal que me tenía agarrada que si no, yo caía al suelo.

Yayo bajo sus manos por mi tripa hasta llegar a la braguita, metió una mano dentro y me penetro con dos dedos. Giraba muy rápido y los giros eran muy intensos.

- Te dejo unos cuantos días sin sexo y ahora estas ansioso... ¡eh!- dije excitada.

Yayo gimió en mi oído como respuesta, me iba a mojar lo sabía, me empezó a hacer cosquillas mi bajo vientre y mi cabeza daba vueltas. Empecé a gemir, mi cara debería de ser un poema o algo parecido, esto era la gloria. Empecé a gemir descontrolada, Yayo sacó sus dedos de mí. Yo me gire y Yayo me cogió de la cintura me impulsó y agarre su cintura con mis piernas, mi espalda choco con la pared y mis labios chocaron con los de Yayo. Gemí cuando mi espalda chocó con la pared.

Mundos Opuestos (YayoGutierrez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora