Capitulo 38

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Me quede mirando el móvil. "Tenemos que hablar. Ven a mi habitación" Eso es lo que decía e mensaje, no acabábamos de salir de una bronca cuando nos metemos en otra. Salí de mi habitación y cuando oí el pump de la puerta al cerrarse me acorde que no me llevaba la llave. Suspire y empecé a caminar hacia la residencia de los chicos. No tenía ganas de ir, no tenía ganas de otra pelea, de llorar más, pero tenía que afrontar las cosas... Aunque no sabía ni porque se había enfadado conmigo, la que tendría que enfadarse sería yo por lo que armo en la cafetería.

Llegue a la residencia, no había nadie vigilando la puerta así que entre, me sabía su planta y su habitación de memoria. Cogí el ascensor y cuando llegue a la planta fui hacia la habitación. Cogí aire y pegue en la puerta. Yayo tardo unos segundos, cuando abrió la puerta no llevaba camiseta y mantenía algo blanco en su labio inferior. Me tuve que contener por no lanzarme a su pecho y preguntarle cómo estaba. Tenía varios arañazos en la cara, la nariz un poco morada, nadie había salido bien de la pelea.

- ¿Vas a pasar?- me pregunta.

- Si...

Yayo se quita de la puerta y paso dentro, la camiseta con sangre está en el suelo y el botiquín esta por la cama, pero veo que no se ha curado, todavía le sangra un poco la nariz y demás. Voy hacia el botiquín, hoy soy la enfermera, cojo un poco de algodón y le eche betadine.

- ¿Qué haces?- me pregunta Yayo.

Pero no le contesto, me trago el orgullo y voy hacía él, le cojo de la mano y lo llevo a la cama, lo siento. Dejo de coger la mano de Yayo, él esta cayado. Le quito la mano de su labio y le cojo el papel, lo dejo en la mesita de noche. Miro su cara, me mira serio, como siempre. Cojo aire y empiezo a rozar el algodón por las heridas. Ya las tenía un poco seca así que no le dolían tanto.

- Podrías haber ido a la enfermería- le digo.

- Tampoco las heridas son tan graves, casi ni me toco.

Levanto la mano y le doy en la mejilla cerca del ojo.

- ¡Ah!- se queja Yayo.

- ¿Qué decías?- le sonríe irónica.

Yayo no me dice nada, yo sigo curándole las heridas. Por ultimo le miro los labios, tenía pequeñas rajitas.

- ¿Te duele?- le toco en la mejilla casi en la comisura del labio.

- No- dice serio.

Con mi dedo índice toco suavemente su labio inferior que tenía un poco de sangre. Le quito la sangre y me quedo como boba mirando sus labios, cuando me doy cuenta bajo la mirada lentamente.

- Listo...- suspire- ¿Por qué le pegaste?

- -Yayo esquivo mi mirada- Él te estaba agarrando... luego me empezó a chulear.

- ¿Pero cómo mierda se te ocurre Yayo?

- Yo... Es que... ___...

- ¿Estabas celoso?- le pregunte poniéndome de pie.

- ¿Celoso? No...- se rascó el cuello- No.

Miro al suelo, despeino mi melena castaña y me subo las gafas cuando lo vuelvo a mirar

- Bueno...- cojo aire- ¿Qué querías decirme?

- Creo que esto no funciona- me dijo.

- ¿Quieres que lo dejemos? Ah, no, espera, que ni siquiera hemos empezado.

Ya empecé a ponerme nerviosa, me lo suponía, todo era demasiado bonito.

- ___, no quiero que te enfades.

Mundos Opuestos (YayoGutierrez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora