Capitulo 42

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MARATON 1/2


NARRA ___ .

Me levante y bostece, amo los fines de semana. Me fui al cuarto de baño para espabilarme echándome agua en la cara cuando una voz sonó por megafonía.

- Recordamos a todos los estudiantes que hoy es el día de las llamadas. Prestad atención, quizás oigáis vuestro nombre por megafonía, si es así acudir a la sala de los teléfonos, gracias.

Me mire al espejo, seguramente mis padres sabrán de este día, ojalá me llamen, hace mucho que no hablo con ellos. Me peine mi melena castaña, fui a mi mesita a por mis gafas y fui a vestidme. Llegue a la cafetería, Wendy y Rox estaban comiendo. Cuando cogí mi bandeja con mi desayuno me senté donde ellas.

- Hola chicas- dije sonriendo.

Me miraron y sonrieron.

- Venga, por favor, no os pongáis así, sé que no os e echo mucho caso...

- ¿Enserio?- Pregunto Rox irónicamente.

- Vale- suspire- Pero bueno, he pensado en hacer una fiesta de pijama en mi habitación esta noche, así nos contamos que tal nos va y demás ¿Qué tal?

- ¿Una pijamada? – Dijo Rox alegre- Genial, me encanta, así os pinto las uñas y demás.

Wendy suspiro, la mire preocupada.

- Si no te apetece...

- Oh, no, claro que me apetece... Lo que no me apetece es que me pinten las uñas.

Las tres nos reímos, pero luego Rox se hizo la ofendida. Las chicas me esperaron a que yo terminara de desayunar. Nathan paso por nuestra mesa, pero paso de largo, se sentó con otra gente, me dolía haberlo perdido, era un buen amigo, lo iba a solucionar, pero ahora no, en otro momento.

- ___... ¿Y con Nathan qué? ¿Ya has hablado con él?- dijo Rox como si me leyera el pensamiento.

- No...

- ¿Por qué?- pregunto Wendy.

- No sé.

- Pues ve ahora, mira, sus amigos se están yendo, ahora esta solo- me animo Roxana.

Mire a Nathan, estaba con un gorro gris de lana, todavía se podía ver su pelo castaño, miraba la comida y la movía con el tenedor. Tenía miedo de que no quisiera hablar conmigo, pero me arme de valor.

- Voy- me levante.

- Ten cuidado con lo que le dices- me dijo Roxana.

Asentí con la cabeza. Deje mi bandeja en la mesa y fui hacia la de Nathan, me senté nerviosa delante de él. Nathan levantó su mirada, me vio y la volvió a bajar.

- Yo... Eh...Nathan- empecé a decir.

- No intentes inventarte una excusa...

- Yo no te quería hacer daño, valoro tu amistad- dije jugando con mis manos.

- Estuve ahí cada vez que estabas mal, sabías que te quería... Me esforzaba porque tú me quisieras, me lo podías haber dicho antes, así no me habría molestado tanto.

Nathan no levanta la mirada del plato y no sé qué más decirle.

- Sé que estuvo mal, sé que te lo tendría que haber dicho antes. Pero todo paso muy rápido, y hasta ayer... Nada era oficial.

Nathan trago su comida y me miró.

- ¿Ya no tengo nada de posibilidad? ¿Te lo pi... pidió?- sus ojos estaban algo rojos.

- Si- dije en un susurro.

- Seguro que hasta te lo has tirado, seguro que fue la primera vez que estabais solos...- Nathan apretó su tenedor.

- Esto no te importa.

- Si me importan, me importas tú y todo lo que tiene que ver contigo- me miró a los ojos.

- Me se cuidar sola.

- Te va a hacer daño ___, te va a hacer sufrir y yo no voy a estar ahí como un perrito esperándote.

- ¡NO ME VA A HACER DAÑO!- subí el volumen, estaba harta de que me dijeran eso.

- - Nathan me cogió la muñeca fuertemente- Tan solo te quiero proteger, conmigo vas a estar mejor.

Me levante intentando que soltara mi mano, pero no, él se puso de pie sin soltar mi muñeca.

- Sabes que me quieres ___, yo jamás te haría daño, conmigo todo va a ser como un cuento de hadas.

- Quiero a Yayo. Déjame, me estas apretando mucho.

- Déjame intentarlo.

Entonces se abalanzó sobre mí y me beso, cerré mis labios y lo aparte, me limpié los labios con la mano y luego le pegue una hostia. Le mire a los ojos, él me mirada lastimado. Entonces sentí otro cuerpo a mi lado, sabía quién era y que estuviera aquí me tranquilizaba.

- ¿Quieres dejar a mi chica en paz?- dijo Yayoacercándose algo a él.

- Déjalo Yayo, déjalo- lo cogí del brazo.

Entonces otra persona apareció detrás de Nathan, era Roxana.

- Vámonos- Roxana lo cogió del brazo y lo saco de la cafetería.

Yayome miró a los ojos y luego me abrazó, me hice un ovillo en sus brazos, se estaba bien, notaba su calor y su respiración.

- ¿Estas bien?- me susurro Yayoseparándome de él.

Asentí con la cabeza. Yayobesó delicadamente mis labios. Puso sus manos en mis mejillas y luego las llevo hasta mi melena.

- No te puedo dejar sola ni un segundo- dijo Yayosonriendo.

Sonreí y me sonroje, Yayome cogió de la cintura y me sacó de la cafetería. Estaba bien con él, hacía que volviera a mí ser, a mi mundo. Llegamos a un pasillo, Yayome acorraló en la pared, me empezó a dar pequeños besos por el cuello, me hacía cosquillas y gemí. Puso sus manos frías debajo de mi camiseta y di un pequeño escalofrío. Yayobeso mis labios sin abrirlos, luego los volvió a juntar y esta vez los abrió y penetro mi boca con su lengua, luego beso mis labios por separado.

- ¿Vamos a mi habitación? ¿O al baño? No creo que pueda ir a mi habitación con el calentón que tengo.

Mire a su pantalón y ya se notaba un pequeño bulto, me reí.

- Ni una cosa ni la otra, hoy me toca día de chicas- dije sonriendo.

- - Yayorozó su nariz con mi cuello- Son muchos días sin tenerte en mi cama, cuando te coja... Uhm...

Se me pusieron los bellos de punta y me tuve que esforzar por no caer en su trampa e ir con él a su habitación. Pero tenía que ir con las chicas y además, ahora Roxana estará algo más cabreada.


Mundos Opuestos (YayoGutierrez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora