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Kaylee, que acababa de entrar en el salón, le dirigió la mirada a la chica que acababa de entrar. La chica llevaba su pelo rubio suelto y un vestido rosa, muy parecido al de Kaylee, le hizo una pequeña seña a Kaylee y entro silenciosa en la casa, mientras la esposa de mi hermano entraba en silencio contemplando la escena.

-Bueno...¿alguien va a ser capaz de responderme? -La puerta se cerro de un golpe ruidoso y él miro a mi padre. -¿Tú tampoco lo sabias o todo esto ha sido secreto, y sobretodo cómo has podido ocultarnos algo así, Kaylee?

-Y...yo quería decirlo, pero nunca he encontrado el momento para hacerlo, y quería contarlo hoy, de otra manera obviamente, pero espero que no me juzguéis, y si lo hacéis me iré -hablo tan decidida Kaylee que por un momento me costo asimilar que esa era mi hermana pequeña, que por fin decidía ser justa con ella misma. -Os quiero mucho, ya lo sabéis, pero no puedo cambiar ni lo que soy, ni lo que siento, ¿lo entendéis?

Mi madre se acerco a Kaylee y le dio un fuerte abrazo de apoyo, mamá siempre nos entendía, y yo dudaba que ella no lo hubiera sabido desde un tiempo atrás, una madre siempre conoce a sus hijos.

Mi padre, un poco más receloso miro con desconfianza a la chica al lado de mi hermana, la miro de arriba a abajo intentando saber si seria una buena elección para su hija, igual que había hecho con Harry antes de que los presentara.

-Tú y yo vamos a tener una larga conversación sobre Kaylee, cuéntame ¿qué piensas hacer en un futuro? -mi padre, que hasta entonces estaba incomodando a la novia se mi hermana, se acerco a Kaylee y se puso a su lado. -Ya hablare más tarde contigo también, hija. Bueno, vamos todos a cenar, Chris ya sabes donde os quedaréis vosotros.

Chris, mi hermano, cargo con sus maletas hasta la habitación donde estarían ellos. Harry me mira y sonríe descaradamente.

-Esta noche no estará pendiente de mi -me dice él en un susurro, colocando sus brazos alrededor de mi cadera.

Y antes de que pudiéramos besarnos, mi padre me dio un pequeño golpe en la cabeza, antes de decir:

-Hoy también estaré pendiente de vosotros, no os creáis que os apartaré mi mirada de vosotros, ni de Kaylee. -Entonces se giro hacia la novia de mi hermana y la miro. -Bueno...todavía no nos has dicho tu nombre ni siquiera. Siento si te hemos incomodado, la noticia nos ha sorprendido un poco a todos, pero no pasa nada. Ahora dime, ¿cuál es tu nombre?

-Me llamo Katia. -La chica, que ahora sabia que se llama Katia, dijo con una la voz dulce. -Espero que no os incomode que haya venido hoy, Kaylee me dijo que no pasaba nada, que quería que nos conociésemos ahora, para no montar un espectáculo no nada parecido el día de su cumpleaños, es un día demasiado importante como para estropearlo.

-Buena respuesta.

Nos sentamos en la mesa, y comimos un poco en silencio, menos mi padre que, igual que con Harry, estaba haciéndole un pequeño interrogatorio a Katia, la pobre se veía desde lejos que estaba incomoda, sus hombros estaban tensos, y no daba la impresión de estar muy relajada, no de ninguna manera estaba relajada.

Mamá de vez en cuando miraba a Katia con una sonrisa tranquilizadora, que parecía surgir efecto en la chica, que empezaba a más o menos dejar de tensarse tanto como al principio.

-Y Katia, cuenta nos un poco sobre vosotras, ¿dónde os conocisteis? -Mamá le pregunto, sirviéndole otro cacho de pollo asado con patatas de acompañamiento, entonces se sentó.

-Nos conocimos este verano, Kaylee conoce a un par de personas de mi colegio y bueno... Empezamos a hablar y acabamos enamorando nos, al principio fue un poco incomodo porqué nadie lo sabia, mis padres tampoco lo sabían y hace poco se lo he contando y están deseando conocer a Kaylee, espero que no os importe que este conmigo.

Una vez ya habíamos comido, mamá saco el postre, su mejor postre, la tarta de manzana casera. Todos nosotros adorábamos esa tarta de pequeños, mamá la hace solo en ocasiones especiales y esta deliciosa.

Harry me cogió la mano por debajo de la mesa y me la acarició con sus dedos, pero cuando papá le echo una mirada que hiela a Harry. Entonces él rápidamente me soltó la mano, no sé como mi padre se dio cuenta de que me estaba dando la mano bajo la mesa.

Me comí mi porción de tarta de lo mas feliz, igual que Chris y Kaylee, incluso a Harry le encanto la tarta de mi madre. Alexia, la esposa de Chris, empezó a hablar con Katia de unos pintauñas, mientras que Kaylee se comía otra porción más de tarta de manzana. Después de comer nos sentemos todos en el sofá, menos Chris y Alexia que estaban muy cansados y quería dormir un rato.

-____, cuéntame que te parece Katia, se sincera por favor -me dijo Kaylee, una vez Katia ya se había ido de casa. -A mi me encanta, pero dime, ¿cómo la has visto tú?

-Parece una chica encantadora, Kaylee, no te preocupes por eso. Sólo preocupate de lo que tu sientes, ¿tienes claro que ahora mismo quieres estar con ella o no lo tienes claro? -Contesto ella que quería estar con Katia. -Entonces no te tienes que preocuparte por nada más que eso, por lo menos ahora.

Después de eso, ella también se fue a dormir, dejándonos a Harry y a mi solos con mis padres, que parecían los dos muy pensativos.

-Venga, hoy me siento generosos, podéis dormir juntos hoy. Pero como yo escuche algo raro esta noche, Harry se va de esta casa inmediatamente, ¿lo habéis entendido? -dijo mi padre.

-Pero Chris...

-Tu hermano esta casado, cosa que es muy diferente, me de igual lo que hagáis en vuestra casa, pero en la mia no haréis nada indebido, ¿entendido chicos?

La esposa de Simon (H.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora