A mí no me importa la edad [BM] |Terminada|

CAPITULO 35

2.- Mini-Maratòn Especial: Feliz Cumpleaños Sex Dragón.
[Deja de crecer bebé]

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Por la mañana comencé a pasearme despacio. Había luchado desesperadamente por mantener los últimos momentos de sueño, porque en mi sueño, estaba rodeada por un hermoso aroma.

No quise abrir mis ojos y despertar de este increíble sueño. Me sentía tan contenta y feliz que no quise que esto se terminara nunca. Ignoré las palpitaciones en mi cabeza y sólo me concentré en la esencia que únicamente podría ser de un hombre, por el cual yo estaba loca, el que necesitaba en mi vida. Sólo Bruno, claro y simple.

Mi mente comenzaba a despertar aunque yo no quisiera y suspiré profundamente, apretando mis ojos cerrados, pidiendo silenciosamente en mi cabeza por más sueño.

Después de un par de minutos abrí mis ojos para ver números rojos destellar en un reloj despertador, en vez del verde habitual. ¿Qué demonios? Me levanté un poco y gemí cuando el cuarto giró haciendo a mi estómago sacudirse.

Las palpitaciones en mi cabeza se hicieron más fuertes cuando eché un vistazo alrededor del familiar cuarto, un cuarto en el cual nunca esperé despertarme otra vez en mi vida.

¿Espera, todavía estoy soñando?
Algo se movió detrás de mí en la cama. Ahogué un grito con exaltación mientras giré mi cabeza, esperando ver a Bruno.

Tal vez las dos últimas semanas habían sido un sueño horrible. Tal vez él no es mi profesor, y todo esto era sólo una pesadilla enfermiza de la cual él se reirá cuando se lo cuente.

Sin embargo mis pensamientos fueron aplastados cuando vi a la persona allí. En vez de Bruno acostado detrás de mí, dormida en cucharita, estaba Ginny.

Sentí una avalancha de desilusión ya que tragué el nudo en mi garganta. Ella todavía estaba profundamente dormida. Su maquillaje se había corrido bajo sus ojos haciendo la ver como un panda. Me reí silenciosamente.

Me senté despacio, aferrándome al borde del colchón, queriendo saber si iba a estar mareada. Definitivamente tenía que salir de la cama porque acostada me estaba haciendo sentir peor.

¿Por qué demonios estoy yo en el apartamento de Bruno con Ginny? La última cosa que recuerdo es ir a la fiesta con Eric, luego Bruno llegó y tuvimos una pequeña discusión entonces eso es todo.

A partir ahí mi memoria estaba toda un poco confusa. Balanceé mis piernas lejos de la cama y tentativamente me levanté. Tenía que encontrar a Bruno y preguntarle qué demonios le íbamos a decir a Ginny sobre cómo terminamos pasando la noche en el apartamento de nuestro profesor.

Me arrastré a la puerta y descansé mi frente contra la madera fría durante un par de segundos, tratando de calmar mi cabeza palpitante, pero yo sabía que nada quitaría el dolor excepto las píldoras. Me dirigí silenciosamente, tratando de no despertar a Ginnu; yo tenía que saber la historia encubierta antes de que ella me interrogara sobre ello.

Ya que anduve en la sala mis ojos al instante encontraron el sofá, pero él no estaba ahí. Sin embargo se veía como que él había dormido allí. El revoltijo que era probablemente de su sofá, estaba amontonado en el suelo en cambio, y había un cubrecama y almohada allí todo estrujado. Me dirigí al único otro cuarto en el piso.

Cuando entré en la cocina sus ojos volaron a los míos mientras que saltaba de la silla mirándome preocupadamente. Agarró mi brazo rápidamente.

-¿Estás bien?.- él preguntó, inclinándose para mirarme mientras me llevaba a uno de los dos taburetes de la cocina.

Fruncí el ceño.