A mí no me importa la edad [BM] |Terminada|

CAPITULO 59

-¿El es qué?.- gritó, sacudiendo la cabeza con incredulidad.

-¿El señor Mars? ¿Es una maldita broma? ¿Un profesor? Dime que es una broma, __(tn), por el amor de Dios, ¡esto es una locura!.

Tragué saliva, inmediatamente lamentando mi decisión de responderle. En la parte superior de su ira podía verla claramente en su rostro, también pude ver una gran cantidad de daño.

Odiaba el hecho de que le había hecho daño, Ronald no siempre merecía ser herido.

-Ronald, cálmate.- le supliqué, dándole mi mejor cara persuasiva.

Frunció el ceño y sacudió la cabeza otra vez, sus manos aferradas a su pelo.

-¿Hablas en serio? Es de verdad, ¿estás saliendo con el maldito profesor?.

Asentí con la cabeza confirmándole.

-Sí, lo amo.- susurré, mirándolo con un tono de disculpa.

Me miró con escepticismo.

-¿Lo quieres?¿Cómo se puede amar a un hombre que saldría con una menor de edad? No sólo es un maldito profesor y encima sale con una menor, pero él se supone que está a cargo de proteger y cuidar el bienestar de sus estudiantes. Él es un muy buen supervisor, ¡se está aprovechando de ti!.- me gritó, mirándome como si yo fuera estúpida.

Podía sentir la ira hirviendo dentro de mí, me puse de pie también.

-¡No se está aprovechando de mí! ¿Puedes controlarte un minuto y dejar que te explique?.- se lo dije gritándole y además alzando mis manos con exasperación.

Se rió sin humor.

-Claro, adelante, por ejemplo algo que me vas a hacer creer es que este tipo no es un maldito pervertido y que no está abusando de su posición en la escuela para acosar a niñas menores de edad.- gruñó sarcásticamente.

Mi mano se moría de ganas de abofetear su cara porque fue falta de respeto hacia Bruno, pero contuve mi ira. Lo que Ronald no sabía era que sólo estaba diciendo estas cosas porque estaba preocupado por mí.

Él me estaba defendiendo.
No sabía La forma en que lo hice. La mayoría de las personas vería nuestra relación a través de los ojos de Ronald también y yo tenía que tener en cuenta que él sólo estaba tratando de mirar hacia fuera para mí.

-Cuando lo conocí en el verano no le dije qué edad tenía. Empezamos a salir, y él pensó que era más viejo. Cuando nos dimos cuenta de que era mi profesor y que yo sólo tenía diecisiete años, él lo rompió inmediatamente, y me dijo exactamente lo mismo que tú me acabas de decir. No es un mal tipo, Ronald. Por favor , cálmate y escúchame un minuto.- yo se lo dije en un tono de súplica.

Su rostro se suavizó un poco. Yo sabía que él no se quedaría enfadado conmigo para siempre, siempre podía confiar en Ronald para que cuidara mi espalda, solo que debía calmarse una vez que hubiese superado el shock inicial de todo.

-Si él no es un chico malo, entonces ¿por qué diablos está saliendo con una de sus estudiantes? Está enfermo, este conjunto o situación es ilegal.

Replicó él, cruzando sus brazos sobre su pecho defensivamente.
Sentí que me tambaleaba mi barbilla mientras las lágrimas comenzaron a acumularse en mis ojos. Odiaba que la gente pudiera pensar eso acerca de Bruno. Cerré los ojos y negué con la cabeza.

-No puedes evitar de quién te enamoras.- susurré con tristeza.

Una lágrima resbaló por mi cara. Gimió él.

-¡No! No llores, sabes que odio cuando lloras.- gimió, envolviendo su brazo alrededor de mí me apretó la cara en el hueco de su cuello e hice un par de respiraciones profundas, tratando de calmarme mientras acariciaba mi espalda.