CAPITULO 23

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Casi dos horas después nosotros habíamos terminado con las compras y fuimos a tomar un aperitivo café en medio del centro comercial. Sinceramente, trate de no pensar en Bruno mientras miraba por las tiendas, pero el seguía volviendo a mi mente.

Cada vez que veía una bonita camisa pensaba en comprarla para el, o cuando un chico pasaba caminando con cabellos Chinos, yo me aseguraba que no fuera el. Realmente estaba obsesionada.

Justo cuando terminábamos con nuestro pastel alguien me toco en el hombro. Mis ojos se posaron en Ginny quien miraba detrás de mí con una sonrisa coqueta.

Voltee sobre mi asiento, mirando detrás de mí, viendo que Eric el hermano de Bruno estaba parado ahí sonriéndome.

-Hola, __(tn).

-Oh… um hola, Eric.- lo salude con incomodad.

Mis ojos se posaron en Ginny nuevamente mientras trataba de ocultar mi preocupación. ¿Sabrá Eric que Bruno y yo terminamos? ¿Que si accidentalmente dice algo acerca de que él es un maestro frente a Ginny?

-¿Como has estado? Tanto tiempo sin verte.- Sonrió con ese descaro que hacia que todas las chicas se derritieran.

Me recordaba tanto a la sonrisa de Bruno que hacia que mi estomago doliera.

-He estado bien. Eh, Eric esta es Ginny Vamos a la escuela juntas.- la presente, poniendo pleno énfasis en la palabra escuela, secretamente tratando de decirle que no mencionara nada frente a ella.

-Amy, este es Eric el hermano de Bruno.- Agite una mano entre los dos.

-Hola, encantada de conocerte.- dijo Ginny sonriendo coquetamente.

Eric activo su encanto asesino, sus ojos parecían brillar mientras la veía apenas con interés contenido.

-Y es sin duda un placer conocerte.- respondió el guiñándole el ojo.

-Y, vas a dejarme parado aquí todo el día, o vas pedirme que me siente.- Aspire con el aliento entrecortado, deseando que esta reunión terminara.

-Claro, siéntate.- ofreció Ginny palmeando el asiento junto a ella.

Él le sonrió y fue a sentarse allí antes de girarse conmigo.

-Así que tu y Bruno terminaron, ¿eh?.- reflexiono ladeando la cabeza, y mirándome curiosamente.

Trague saliva.

-Si.- confirme, encogiéndome de hombros.

El frunció el seño.

-Es una vergüenza, ustedes dos se veían lindos juntos.

-¿Podemos no hablar de eso?.- espete. Inmediatamente me arrepentí.

¡Ahí estoy desquitándome con otros otra vez!

-Lo siento, estoy siendo maliciosa y gruñona el día de hoy; no dormí muy bien anoche así que me estoy desquitando con todos.

-¿No lo hiciste? ¿Necesitas alguien de voluntario para ponerte a dormir? Porque definidamente yo me apunto para eso.- Bromeo, sonriendo y meneando las cejas sugestivamente.

Me eche a reír a pesar de la incomodidad de la situación.

-Cállate, coqueto, y solo termine con tu hermano. No creo que sea tan rápida para tomar otro engreído, presumido y pervertido.- Le saque la lengua.

Él se rio en voz baja.

Ginny se inclino, recogiendo del suelo su bolso y las bolsas de las compras a sus pies.

A mí no me importa la edad [BM] |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora