✝ Comienzo ✝

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Me llamo Samuel Galacia, soy castaño y mis ojos son de color miel, mi tono de piel es regular, ni muy moreno ni muy blanco, ¿Por qué me presento y describo? Pues verán, soy el esclavo de un vampiro, uno sádico y despiadado, lo hago porque no sé lo que me pueda pasar y sé que no viviere, seré la comida de ese vampiro que me hace llamarlo "amo", odio eternamente esto, solo me utiliza para sus fines y beneficios, soy un simple humano ante la fuerza descomunal de aquella criatura.

Me ha dado este diario pues veía que estaba aburrido y además que creo que es una forma de torturarme, porque tal vez se lo lea después para saber mis puntos débiles, pero al menos se apiado de mí y puedo decir que odio esto, pero por lo menos puedo desahogarme de lo que me puede llegar a hacer, porque la palabra esclavo no solo significa que tendré que ser tareas domesticas, también tendré que satisfacer a mi amo de aquellos deseos que creo que pueden imaginarse de cuáles y no creo que sean de lo más amables.

Llevo una semana de que me trajo en contra de mi voluntad y no aguanto, por mi cabeza han pasado varias formas de intentar acabar con mi vida, pero a lo que me habían contado algunos amigos y personas es que los vampiros también tienen una especialidad para hacer que un humano viva lo mismo que ellos, además de que su sangre cura heridas y enfermedades, intentar acabar con mi vida sería un caso perdido, ya que sería capaz de curarme y hacerme quien sabe cuántas torturas mas por ello. Por otro lado, están los castigos, que aprendí de mala manera que es lo que significan. Intente escapar una vez que dejo la puerta abierta, ya que no soy capaz de mover esta por su peso y que está hecha a la antigua, corrí lo más rápido que dieron mis piernas, cuando me detuve solo para recuperar el aliento, estaba en frente de mi, con una sonrisa que a cualquiera le helaría la sangre me tomo del cabello y me arrastro, todo el camino lloraba por el dolor y gritaba "lo siento", "no lo volveré a hacer", "apiádate de mí", pero no contestaba y creo que le deleitaba mi sufrimiento y mis ruegos ya que seguía arrastrándome, cuando llegamos a "su casa" me aventó al suelo de aquella sala, yo temblaba de miedo e impotencia, puesto que podía hacer conmigo lo que se le pegara su gana, pero mi miedo aumento cuando él me atrapo las manos, se posiciono arriba de mi y empezó a lamer mi cuello, yo solo sentía esa fría lengua y mi corazón bombear la sangre a mas de mil por hora, sentí como clavo sus colmillos en mi cuello y grite, era el peor dolor que había sentido, me trate de zafar pero mis esfuerzos eran inútiles, las fuerzas se me acabaron y antes de perder la consciencia escuche que un "esto es tu castigo por intentar escapar" y todo se obscureció.

Desde ahí hago todo lo que me dice, no quiero ni imaginar qué pasaría si hago algo que no le agrada, ¡Me mataría en un santiamén! Y aunque sea así, quiero vivir, tengo la esperanza que pueda escapar de alguna forma o que se apiade de mí y me deje libre, pero creo que nadie en su sano juicio pensaría que me dejara ir.

Contare lo que me pasa aquí en días, ya que no se en que día estamos, ya que la luz del día no la he visto en mucho tiempo y mi noción de ello se a perdido, así que serán los días que son después de entregarme este diario.

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Vinciō: Es considerado como un lazo de sangre que afecta tanto a vampiros como humanos, se intercambia sangre a la fuerza o de forma voluntaria.

A los humanos se les da el "don" de seguir viviendo el tiempo que el vampiro desee, podría decirse que es la inmortalidad compartida del vampiro pero con sus excepciones, que el humano puede morir por enfermedades (los resfriados comunes no cuenta, solamente enfermedades de suma gravedad), alguna herida grave, infección, técnicamente no pueden morir por envejecimiento. Otras ventajas para los humanos es que son inmunes a los otros venenos de los demás vampiros, sin embargo, hay venenos que pueden deshacer el vinciō, también esta que la sangre se su vampiro (también considerado amo) lazado cura mas rápido sus heridas (posiblemente causadas).

Para el vampiro es tener sujeto al humano a su merced, casi manipulando su fuerza de voluntad.

El vinciō también se puede dar entre vampiros, da algunas ventajas, no son iguales a los humanos, puesto que esto hace que sus heridas sanen mas rápido (de lo normal en un vampiro) y que se pueda alimentar de el otro vampiro sin preocuparse de el veneno.

(Término creado mediante libros, paginas de internet y modificado para que pueda entrar en esta historia, la palabra Vinciō es denominación de vinculo o vinculación de el lenguaje del Latín).

El diario de un humanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora