El diario de un humano

Un Vampiro Peliazul

El rubio estaba en su habitación, estaba que reventaba de ira, ¿como es que no puede manipular a su humano como le plazca? ¡Era suyo y de nadie mas! Cuando llegara la pelirroja la echaría a patadas de su casa y le diría al humano que tirara esa maldita pulsera.

Se dejo caer en la cama frustrado, unas ganas de dormir le invadieron, ¿que mas da si se dormía? Tenia planeado asustar al pequeño para después irse a dormir con el, era un juego sucio, ya que sabia que el humano no dormiría bien por el miedo que le tenia.

El sueño le estaba ganando cuando escucho ruidos en la parte baja, ahora si su furia de nuevo se encendió cuando sintió el olor de la pelirroja en sus narices, apenas se levanto y camino cuando escucho un golpe y de pronto un grito le sorprendió.

- ¡Dante! ¡Ayudame! - Era su pequeño humano.

Se le hizo extraño que el humano le gritara con tanta libertad, debía de ser algo de suma importancia o que le causara miedo.

Camino rápidamente para ver por que le había gritado y al llegar a las escaleras se encontró con que la pelirroja tirada en el suelo, su ropa estaba ensangrentada y su humano trataba de reanimarla.

- Sa...Samuel... llama a ... Zeus... - Fue lo que pronuncio la pelirroja en una voz demasiado baja, aunque los sentidos del vampiro le ayudaron para escucharla.

Dante bajo y tomo a Jade en sus brazos, la sangre que traía no era de ella, era de alguien mas pues no tenia el mismo olor que la pelirroja.

La dejo en una habitación de las tantas que tenia y marco por su celular a Zeus, en un momento le extraño que el peli-azul  conociera a Jade, pero sin mas le marco.

- ¿Dante? ¿Qué demonios quieres? - Le contesto de mal humor.

- ¿No haz comido dulces últimamente? Necesito que vengas a mi mansión - Contesto.

- Ni de broma, si quieres pasar el rato ahora no quiero, si no tienes dulces ni me llames cabrón.

- Nada de eso, hay una persona que me dijo tu nombre y esta herida, me sorprende que te conozca.

- ¿Quién es?

- Jade Meller.

Un silencio se hizo presente, por un momento llego a pensar que el vampiro le había colgado, pero al verificar la pantalla no era así.

- Llegare ahí en menos de quince minutos - Fue lo que le contestó y después colgó.

A Dante se le hizo extraño el comportamiento de Zeus, siempre había sido un vampiro imperativo, y en el tono que le había hablado era mucho mas serio, como si algo anduviera mal.

Observó a Jade, respiraba irregularmente y parecía mas pálida de lo normal, si suponía bien debía de haberla mordido otro vampiro y el veneno debía de estar corriendo por sus venas.

- ¿A-amo? - Escucho la voz temblorosa de su Samuel.

- ¿Qué quieres? - Contestó neutro, aún estaba enojado por la regla que había.

- ¿E-esta bien J-Jade? - Esa pregunta le hizo hervir la sangre.

- ¿Por que preguntas por ella? Da igual si se muere o no, tu no tienes nada que ver con ella.

Samuel empezó a temblar por la manera en que le había hablado, puede que se haya enojado y ahora recibiría un castigo, mucho coraje había logrado acumular para ir a preguntar sobre el estado de la pelirroja, pero este se había esfumado con esas simples palabras.

El rubio veía como Samuel temblaba, de un momento a otro le dieron ganas de abrazarlo, pero sabía la posición que tenía y como debía de tratar a su humano.