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Adam se había mudado. Al parecer el abuelo de Zoé había logrado convencer a un viejo guardaespaldas retirado de nombre Tim, que hospedara a Adam en su departamento. El viejo Tim le debía algunos favores. Además el abuelo no sólo había solicitado que le diera hospedaje sino que además Adam recibiera entrenamiento en el uso de armas y defensa personal. Así que durante un año marciano la rutina de Adam consistía en recibir entrenamiento militar en la mañana, para después irse a cuidar del jardín. Una vez acabadas sus labores se reunía con Zoé para recibir sus clases. Conforme pasaba el tiempo, Adam mostraba avances considerables en todas las áreas y gradualmente su personalidad rudimentaria fue cambiando por algo un poco más refinado. Ella se fue percatando de que no era nada tonto y al contrario muy perspicaz. De la misma manera, gracias al viejo guardaespaldas, había aprendido muchas y variadas formas de defensa personal y uso de armas, las cuales compartía con Zoé cuando entrenaban juntos.

Durante esa época él y Zoé convivían todas las tardes. Generalmente en cuanto terminaba la lección ella le preparaba algo de comer, cosa que él le agradecía mucho. La atracción entre ellos empezó a crecer al grado tal de que en cuanto terminaban la lección se generaba un incómodo silencio entre los dos; Aunque Adam había comenzado a amar a Zoé, no se atrevía a decirle algo o acercarse más a ella por miedo a que ella lo rechazara. Zoé por su parte, aunque no lo quería reconocer abiertamente sentía una gran atracción por Adam, pero no sabía cómo lidiar con ese sentimiento pues sabía que eran de mundos distintos y que algún día Adam quizá tendría que regresar a la Tierra. Su condición de huérfana y no tener a nadie en el mundo, salvo a su abuelo, la había hecho un poco ermitaña. Había aprendido a crecer sin ataduras. En el fondo quizá tenía un poco de miedo de reconocer que sentía algo hacia él. Así que siempre trataba de desviar sus pensamientos en otra cosa, aunque la mayoría de las veces sin suerte.

Cierta tarde, después analizar un documental sobre la segunda guerra mundial, Zoé dio súbitamente por terminada la lección. Había sentido un fuerte mareo. Adam, claramente preocupado por ella, la sostuvo entre sus brazos y la llevó sentar hacia una silla. "¿Te sientes bien?" Preguntó inquieto. "No es nada. Es que cuando vi esas imágenes sentí una rara sensación. Como un deja vu pero acompañado de una náusea" Contestó la chica.

Cuando notó que se le había pasado el malestar, Adam se despidió para regresar a su camarote. Antes de salir la miró profundamente y le dijo: "Gracias por todo". Ella sonrió y le contestó: "No, gracias a ti, por darle un propósito a mi vida" y diciendo eso lo abrazó. Adam cerró los ojos y no lo pudo evitar. La besó tímidamente en los labios. Zoé se quedó quieta, sintiendo una explosión en su pecho. Unos instantes después. Adam se retiró bruscamente--- "perdón, no pude evitarlo" ----dijo casi balbuceando para salir perturbado del departamento. Zoé lo vio retirarse con la mirada extraviada.

Al otro día, llegó Adam para recibir su clase. Zoé lo percibió claramente nervioso. El tema del beso no fue mencionado por ninguno de los dos, sin embargo Zoé se mostraba seria y distante. Adam prefirió no abrir la boca hasta no saber con certeza si estaba molesta con él.

---Te tengo una noticia. Dijo ella casi con naturalidad.

---Sí, ¿de qué se trata? Preguntó él con cautela, esperando aún algún tipo de reclamo.

---Mañana será la presentación del proyecto del jardín. Habrá una fiesta en él. Tendrás de que vestirte elegante.

----Pero... no crees que sea peligroso que me puedan...ya sabes...descubrir.

----No te preocupes. Mi abuelo hará la presentación. Tú sólo harás acto de presencia. Vendrán representantes de la junta de notables y de las principales colonias. Si les convence el proyecto, podrá reproducirse en otras colonias.

Los Dioses Arcanos. Segunda parte de los Viajeros de la Constelación del Dragón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora