Los Dioses Arcanos. Segunda parte de los Viajeros de la Constelación del Dragón.

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Mientras Tania acompañó al nuevo fugitivo ante el Consejo, los demás terminaron de vestirse. Sally ordenó que recogieran sus pertenencias para volver a los palafitos. Por su parte Benji comenzó a sentir una especie de desasosiego, cuando de pronto un grito de auxilio se escuchó desde lo alto de la colina de donde caía la cascada. "¡Auxilio!" se volvió a escuchar. Sally y Diego de inmediato se pusieron en estado de alerta. Se miraron entre si y decidieron acudir al llamado. Gerhard permaneció con los otros superdotados. Le pidieron a los niños que no se movieran de ese lugar y se dirigieron hacia la colina, mientras seguían escuchando los gritos.

Benji sintió una rara sensación. A pesar de la advertencia de no moverse, se escabulló y los siguió a cierta distancia sin que ellos lo notaran. Había algo extraño en ese grito de ayuda. Cuando llegaron al lugar de donde provenía el grito, vieron a Abdulah, uno de los evadidos tirado en el suelo boca abajo. Benji se quedó escondido tras el follaje viendo la escena. Sally se acercó a Abdulah y al voltearlo éste último sacó una navaja y la clavó en el pecho para después girarse y lanzarle un cuchillo a Diego cayendo inerme ante los ojos perplejos de Benji quien gritó fuertemente "¡No! ¡Detente!."

Abdulah al escuchar el grito, desenfundó su arma y apuntó hacia el matorral en donde se escondía Benji, quien rápidamente localizó un tronco caído y lo lanzó con fuerza hacia Abdulah, golpeándolo en la nuca. Cayó al suelo. Cuando trató de acercarse a Diego y Sally, todavía desangrándose en el suelo, emergieron de entre la maleza varios soldados que portaban trajes camuflados , armados hasta los dientes quienes comenzaron a disparar hacia donde estaba Benji.