Capítulo 15

4.3K 382 42
                                    

Varios meses después...

Matt estaba encima de mí. Ambos estábamos jadeando y mi corazón iba a mil por hora. Nos encontrábamos sudorosos y teníamos muchísimo calor, a pesar de que el invierno había llegado y todo el bosque estaba rodeado de una gran capa de nieve. El hecho de tenerlo tan cerca debería hacerme sentir incómoda, debería sonrojarme las mejillas, debería hacerme temblar y debería tener unas ganas increíbles de besarlo. Esos sentimientos deberían estar dentro de mí, y lo estarían sino estuviera pensando en otra cosa. Podía notar la mirada de Dek sobre nosotros, sentado sobre un tronco viejo, con los brazos cruzados y bebiendo agua de su cantimplora. También estaba sudado, respirando de forma agitada y tremendamente agotado, todos lo estábamos. Lo miré durante unos segundos y lo vi sonreír mientras se echaba el resto de agua por encima. "Dios, ¡qué sexy!" pensó mi subconsciente. Matt gruñó enfadado y el aludido soltó una sonora carcajada, oyendo mis pensamientos y fue entonces cuando me sonrojé.

Pataleé por liberarme del abrazo que me daba el lobo, pero era demasiado fuerte. Eché mis brazos por encima de la cabeza y, haciéndole una llave improvisada, acabamos en posiciones opuestas. Sonreí victoriosa, pero Matt se limitó a mirarme, burlón. Se levantó sin importarle que yo estuviera encima de él, como si mi peso no le molestara lo más mínimo. Y entonces, con fuerza, pero no la suficiente como para partirme en dos, pero sí como para dejarme sin respiración; me tiró contra el suelo y me inmovilizó. Se me nubló la vista por un momento, provocando que se me escapara un gemido de dolor. Por suerte no oí ningún crujido, por lo que no me había roto nada. "Maldito Matt" pensé revolviéndome e intentando salir de debajo de él, pero estaba atrapada. Por más que lo intentaba, solo conseguía que la nieve se me metiera dentro de la camisa, acariciando mi espalda y produciéndome un escalofrío.

- Me rindo, me rindo –dije rindiéndome y relajando mi cuerpo. Suspiré recuperando el aire que había perdido en la caída y esperé a que el lobo se levantara de encima.

Sin embargo, tardó más tiempo de lo normal. Me miró a los ojos y me quedé atrapada por su mirada. Aquel azul, bordeado por un halo dorado, me hacía sentir que me sumergía en aquel mar, nadando hasta lo más profundo de su ser y dándome unas ganas enormes de besarlo. No era la primera vez que nos pasaba, de hecho, sentía que Matt tenía tantas ganas de besarme como yo. Sin apartar la mirada, se acercó lentamente a mí, mientras notaba que una de sus manos estaba colocada estratégicamente sobre mi cadera. Me gustaba donde estaba, pero eso no lo iba a reconocer, al menos de momento. Aguanté la respiración cuando nuestros labios estuvieron a punto de tocarse. Podía sentir su aliento entrelazándose sobre el mío. Ambos jadeábamos por la pelea y, probablemente también por el deseo. "Joder, si no me besa ahora mismo, creo que me voy a morir" pensé, mordiéndome el labio, provocando que Matt mirase el gesto con el ceño fruncido. A continuación suspiró, me besó la nariz y se levantó, comenzando a sacudirse la nieve de la ropa.

- Has mejorado, Alex, pero aún te falta –dijo, sacudiéndose el pelo y haciendo que me cayeran copos de nieve en la cara. Me tendió la mano para ayudar a levantarme. Me demoré un poco en aceptarla, aún estaba sonrojada por lo que había ocurrido, segundos antes, pero tras varias respiraciones profundas, cogí su mano y me incorporé también.

- Creo que tendré la espalda molida el resto de la semana –dije llevándome la mano a la espalda y masajeándomela mientras emitía gemidos de dolor.

- Deja de quejarte, pareces una vieja –dijo Dek caminando hacia nosotros sonriendo maliciosamente. Sin duda había visto nuestra "escenita". Me morí de vergüenza y le saqué la lengua nerviosa mientras pasaba un brazo por mis hombros con total confianza.

- Bueno, me toca conseguir la comida y eso implica que tú cocines –dijo Matt señalándome divertido, aunque por algún motivo no le gustaba para nada el gesto de Derek por cómo nos miraba con el ceño fruncido.

Atrapada en el Bosque #1 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora