Atrapada en el Bosque #1 [COMPLETA]

Capítulo 6

- Es el momento, hija -me dijo mi padre en un susurro. Nos encontrábamos en la puerta trasera de la finca, la que comunica con la enorme carpa blanca donde todos los invitados nos esperaban. Donde Phil me esperaba.

Mis piernas no dejaban de temblar. Toda esa alegría que mostraba unos minutos antes, se había esfumado por completo, para dar lugar al miedo. Mi mirada parecía perdida en el horizonte, con los ojos abiertos como platos, dudando si echar a correr hacia el altar, para pasar el mal trago lo más rápido posible, o dar media vuelta y huir del lugar. Si no fuera por el brazo de mi padre, sujetándome con cariño y firmeza, no sabría cuál de las dos opciones habría escogido. Respiré hondo un par de veces, tratando de calmar mi alocado corazón, que había decidido, en el peor momento, latir con más fuerza que nunca. "No pasa nada, Alex" me tranquilizaba a mí misma, "Para esto es para lo que has luchado todos estos meses. Respira hondo, Phil te está esperando".

- Papá, agárrame pero sino creo que voy a desmayarme -le dije totalmente nerviosa.

- Hija, si tú te caes, yo me caeré contigo -me dijo con una sonrisa que tanto me gustaba -. Así, no serás la única en hacer el ridículo.

- ¡Papá! -le regañé dándole un pequeño golpe con el puño, en el hombro -. El corazón late tan fuerte que creo que le van a salir aspas y saldrá volando cual helicóptero.

- Me encantan tus ocurrencias, Alexandra -soltó entre carcajadas -. Pero no olvides que tu futuro marido está ahí esperándote. Me matará si te pasara algo. ¿Tú has visto el dineral que se ha gastado en todo esto de la boda?

- ¡Papá! ¡Eso no ayuda! -le dije, aunque la verdad es que me sentía más relajada ante las bromas de mi padre. Me seguían temblando las piernas y el corazón seguía totalmente loco, pero el nudo del estómago había casi desaparecido.

- Alex, no te preocupes. Avanzaremos en cuanto estés lista. Phil puede esperar unos segundo más -y me sonrió con cariño antes de darme un beso en la frente.

Le devolví la sonrisa y lo abracé con fuerza. Respiré hondo varias veces más y asentí con nerviosismo. Mi padre entendió mi señal y ambos, al ritmo de la música entramos en la carpa, mientras más de 200 pares de ojos se daban la vuelta para observarnos. Para observarme a mí. La música era lenta, y yo andaba bajo su ritmo hipnotizador. Tantas miradas puestas en mí, me hizo recordar el miedo escénico que tuve durante una obra de teatro en el colegio. "Genial, Alex. Piensa en cómo todo el mundo se rió de ti, justo ahora" pensó mi subconsciente. Miré a mi padre, el cual miraba hacia delante con el rostro lleno de orgullo, así que decidí hacer lo mismo.

Observé a los asistentes del lado del novio. La mayoría eran mujeres y me miraban con falsas sonrisas y falsas lágrimas. Ser yo la que se dirigía a Phil, me hacía sentir poderosa y pensaba "Es mío, zorras". El resto de los invitados no los conocía, por lo que debían de ser compañeros de trabajo. Sin embargo, al mirar hacia el lado de la novia, todo eran rostros conocidos. Toda mi familia estaba allí y mis amigos de la infancia y de la facultad. Verlos a todos, sonriendo, dándome ánimos y levantando pulgares, casi hace que me salieran las lágrimas, pero conseguí reponerme. Sin embargo, mi mirada se quedó un instante retenida en una persona, sentada al final del todo, que no había visto en mi vida, a pesar de estar junto a mis amigos. Me observaba atentamente, con el ceño fruncido y los agujeros de la nariz dilatados. Parecía enfadado y decepcionado. Era alto, rubio y con unos ojos increíblemente azules, con un brillo dorado en torno a la pupila, que me resultaron extrañamente familiares. La verdad es que era tan guapo que casi se me corta la respiración, más de lo que ya estaba. Iba vestido con unas bermudas militares y una camisa blanca de tirantes que se le apretaba contra el cuerpo musculoso; con una chaqueta negra de esmoquin tratando de ocultar el resto de la ropa. Sus brazos estaban cruzados sobre su pecho y me miraba tan enfadado que daba miedo.