Eiden

CAPÍTULO 3

EIDEN

31 de diciembre de 2015

Y aquí comienza mi nuevo viaje, nueva vida y nueva gente a la que conocer.

Pero lo que más quiero en éste nuevo proyecto es encontrar a Fergie y espero tener suerte.

El viaje fué bastante largo, aunque acostumbraba a viajar de un sitio a otro por mi trabajo o, más bien estilo de vida.
De todos modos reconozco que nunca hice un viaje tan largo, mis viajes no suelen ser a lugares tan lejanos de Italia, dónde resido.

Bajé del avión. Me dirigí a la salida sin antes meter la mano en el bolsillo y sacar un cigarro, sostenerlo en la comisura de mis labios y encenderlo.

Cerré los ojos por la satisfactoria sensación del humo entrando por mis pulmones. Que esté acostumbrado a viajar no significa que no me estrese, un buen cigarro se agradece en estas ocasiones.

Nada más salir del aeropuerto me encontré a un chico de entre veinte o veintitrés años con un cartel en el cuál estaba escrito mi nombre. Me dirigí a él. Era moreno con ojos color café. No lo había visto antes nunca.

"Hey" me saludó con un sutil gesto de cabeza "¿Tú eres Eiden?"

"Si" Dije dándole la mano "El mismo" sonreí.

"Encantado, me llamo Thomas pero todo el mundo me llama Mas" pausó riendo "Tu padre me dijo que viniera a buscarte" dijo hundiéndose de hombros.

"Esta bien Thom... Digo, Mas" reí con el ceño fruncido por su extraño apodo. "Llevame a una buena cama donde pueda meter mi culo y poder dormir después de 15 horas de viaje" bufé antes de sentarme en el asiento del copiloto.

Una fuerte carcajada se escuchó del asiento de al lado pero no hubo mucha más conversación.

El viaje en coche se hizo corto, me quedé dormido.

Me llevó a su apartamento, no estaba mal, dos plantas: una cocina abierta que daba paso a un jardín, un living y la parte de arriba y cuatro habitaciones en la cual dos con baño.

"¿Te gusta?" dijo Mas cuando vio qué mi atención ahora estaba en la casa.

"No esta mal" me hundí de hombros antes de lanzarle una sonrisa "Me esperaba menos" reí.

"Ya se que no parezco un tío rico, pero un duplex como casa no esta nada mal ¿no?" rió negando con la cabeza "si quieres puedes empezar a colocar tu ropa en tu nueva habitación" dijo subiendo por las escaleras antes de girar tras la primera puerta a la derecha.

"Tampoco es que lleve mucha cosa" dije antes de reír siguiéndole y llegar a lo que era ahora mi nuevo cuarto.

Tenía una cama de matrimonio centrada contra una de las paredes de la habitación, una puerta que dirigía al lavabo y al otro lado una puerta de cristal que llevaba a un pequeño balcón.

"Bueno, pues coloca lo poco que tengas" dijo mientras se tumbaba en la cama y encendió el televisor que estaba en frente de ésta.

"Hey" alcé la voz "Se supone que ésta es mi habitación" dije y aunque quería verme serio, una sonrisa de medio lado quiso salir de mis labios.