Eiden

CAPÍTULO 37

EIDEN.

Bajé del coche para ir a comprarle un ramo de rosas rojas a Fergie, para darle una sorpresa. Dándole el dinero al hombre que estaba en la calle me dirigí de nuevo al coche.

Silbando una canción, iba hacia el coche, pero para mi sorpresa, la puerta del coche estaba abierta. Fijándome más, vi que Fergie no estaba dentro.

"Pero que día-"

Fui interrumpido por un fuerte golpe de cabeza, cayendo inconsciente al suelo.

FERGIE.

"Sabía que tarde o temprano vendríais a buscarme" escupí antes de ver los ojos de mi padre.

"Chica lista" dijo con ironía.

"Se que vendrá Eiden a buscarme, y os matará a todos" mi voz ardía de rabia.

"Aquí lo espero con los brazos abiertos hija" dijo riendo.

"No entiendo porque me separas de él" grité "parece que no quieres verme feliz"

"¡Me perteneces!" gritó "¿lo entiendes?" pausó "¡eres mía!"

"Yo no soy de nadie" grité

"¡No puedes acercarte a los Di Castro!" dijo ignorándome.

"Maldita sea, ¿por qué?"

"Arg me duele la cabeza con tanto grito" dijo una voz femenina, demasiado familiar

"¿Katherine?" dije, sin poder creérmelo "que haces tu-"

Interrumpida por su irónica risa, empezó a caminar alrededor mío "¿sorprendida?" volvió a reír como una histérica "yo también lo estaría"

"Lo sabias desde el principio.." murmuré, mirando al suelo "¡lo sabias todo!" grité "¡tú estabas detrás de todo esto desde el principio!"

"¿Qué decirte?" dijo riendo "tu padre me ofrecía una cantidad de dinero demasiado razonable" se hundió los hombros "no me negué"

"Vendiste nuestra amistad" cerré los ojos por la necesidad de llorar, pero no lo iba a hacer, no delante de ellos.

"¿Amistad?" alzó las cejas "por mi parte no era nada de amistad" suspiró "solo estaba haciendo mi trabajo"

Cada palabra que salía de su sucia boca, dolía cada vez más. No podía creer que todo haya sido una falsa mentira. No podía confiar en nadie, ya no. Puede que César y Thomas me estén engañando, igual que lo hizo Katherine.

Mi pecho, duele.

"No puedo confiar en nadie" susurré, creyéndome mis propias palabras "no puedo" sollocé "¡Dios mío, no puedo confiar en nadie!" la desesperación hundía mi cuerpo, y el dolor era mas fuerte. En un intento de coger aire, fue fallido. Me está dando un ataque de pánico y nadie hacia nada.

"Te lo dije Fergie" mirando a mi padre, mis sollozos eran más fuertes por la necesidad de aire entrando en mis pulmones "te enseñe para que eso fuese así, pero tu seguías haciendo lo que te daba la gana" negó con la cabeza "te puse mil castigos pero seguías haciendo lo que querías" suspiró "hice esto por ti hija"

"¿Dónde te lo llevo jefe?" otra voz conocida, sonó por el otro lado "hola princesa" dijo Calum intentando besar mis labios. Girando la cara, se lo impedí "oh, ¿estas enfadada?" dijo haciendo pucheros "ya te traje a tu querido Eiden" dijo cogiendo a Eiden por la nuca, sentándolo en frente mío.

Sacó el saco que tenía sobre la cabeza, antes de ver a un Eiden herido. "eres un cobarde" murmuré mirando a Calum "lo destrozas cuando está inconsciente, eso es de cobardes Calum" escupí.