CAPITULO 44

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FERGIE

Había pasado una semana desde lo ocurrido, estaba recuperándome poco a poco, casi ni se percibían los moratones y los golpes, pero los recuerdos venían a la mente como si hubiese pasado ayer.

Supongo que los golpes físicos desaparecen, pero los del corazón estarán ahí para siempre.

No había visto a Eiden desde lo ocurrido, me prometí no verlo hasta que me viese capaz de hacerlo. Por los demás, Cesar sí venía a verme pero Thomas no lo hacía, Cesar siempre me ponía la excusa de que se encontraba mal. La verdad es que estaba preocupada, pero sé que si está con la familia Carusso, nada le pasará.

Estaba recogiendo mi cuarto. Me encontraba en pijama y con un medio moño, recogí mi cama y la ropa sucia, remplazando con una limpia, me metí en la ducha.

Al salir, envolví mi cuerpo y mi pelo en una toalla. Quitando el exceso de agua, me peiné el pelo antes de vestirme.

Me dirigí a la planta de abajo, encontrándome con Sergio en la cocina. Un olor a comida entró por mis fosas nasales haciendo que mi estómago rugiera.

"huele muy bien" dije con una sonrisa mientras acariciaba con cariño su hombro.

La verdad es que estaba muy a gusto con Sergio, es como si entre él y yo haya algo que nos uniera. Era muy atento y muy cariñoso conmigo, me trataba como una princesa. En estos días ha sido un apoyo muy grande para mí y se lo voy a agradecer para siempre, fue mi psicólogo por el día y un padre para mí por la noche. Sin duda ha sido el padre que nunca tuve.

"prepara la mesa que en dos minutos comemos" dijo sin mirarme pero siempre con su sonrisa.

Asintiendo me dirigí a la mesa, empezando a quitar los decorativos que había encima antes de coger el mantel y colocarlo. Finalmente coloqué lo que faltaba para comer y Sergio se acercó con dos platos en cada mesa. Teníamos la costumbre de no ver la tele y hablar de nuestras cosas.

"¿estas mejor?" preguntó mientras metía un trozo de comida en la boca.

Asentí masticando "lo he superado Sergio" dije sonriéndole "he procesado muchísimo"

"¿y Eiden?" me quedé callada por unos segundos, dejé de masticar. No se refería a como se encuentra Eiden, si no que si me afectaba hablar de él.

"¿qué pasa con Eiden?" dije haciéndome la tonta.

A lo que Sergio rio al notarlo "nada, déjalo"

Hubo un pequeño silencio un tanto incomodo, pero de enseguida Sergio tomó la palabra.

"te he mandado hacer una cosa un tanto especial" alzando mi mirada del plato para ver a Sergio, lo miré con una sonrisa "tienes que ir a mi despacho, en el cajón izquierdo de la mesa sonrió. Levantándome, no pude evitar sonreír como una niña de cinco años que le han traído un regalo. Empecé a subir las escaleras. "Fergie" me giré para ver a Sergio de nuevo "la llave esta colgada detrás de la puerta, cógela y abre el cajón" asintiendo, continúe mi camino hacia el despacho. Entrando, cerré la puerta tras de mi antes de girarme y encontrarme con la pequeña llave que serbia para abrir el cajón. Cogiéndola, me senté en el enorme sillón de piel que se encontraba en medio del despacho, al lado de la mesa, metiendo la llave dentro de la cerradura, escuché un pequeño clic, abrí el cajón y me encontré una pequeña caja terciopelada de color azul oscuro.

De golpe un estruendoso ruido sonó por toda la casa. Abrí mis ojos al escuchar un fuerte sonido. Era un disparo, estaba segura. "Sergio" fue lo primero que pude gritar. Levantándome de la silla, abrí la puerta antes de encontrarme a Calum y a otro hombre allí. No pude ver más, pero sin darme cuenta, Calum pudo girarse y topar sus ojos con los míos. Haciendo un grito ahogado, corrí con torpeza, escuchando los pasos de Calum detrás mía.

EidenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora