Capítulo 12°:

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Harry POV:

Que comience el juego.

Cinco guardias arriba, cinco abajo y dos a los alrededores de la casa. Todo bien hasta ahora, o eso espero. Mi corazón latía por la adrenalina, sentía mi corazón saltar por la alegría y la emoción. Emoción y alegría al saber que hoy Ekaterina iba a estar sana y salva en mis manos. Mi hijo no va a estar rodeado de maldad e incertidumbre.

¿Estará bien?

¿Habrá comido?

Esas y muchas más preguntas rondaban por mi mente.

Pero ahora no era tiempo de pensar en eso, es tiempo de la acción.

Des me hizo una seña, camine agachado entre los árboles, llegue hasta la parte de atrás de aquella casa grande. Saque dos de mis cuchillos y tire los dos a la misma vez dándole a los dos guardias que habían en la puerta. Luego le iba agradecer a mi padre por enseñarme a defenderme. Llegue hasta la puerta y esta se encontraba abierta, ingenuos. Camine sigilosamente por el pasillo, un hombre paso por al frente del pasillo, me pegue a la pared lo mas que pude. Suspire al ver que no me había visto, me despegue de la pared y seguí aquel hombre. El radio de este sonó y este escucho atentamente.

"Dirígete a la habitación de la mugrosa, es una zorra, no se queda callada y su hijo tampoco, tráela"

"Entendido señor"

Ekaterina siendo una testaruda desde tiempos memorables.

El hombre bufo. Pensé que el hombre iba a seguir directo pero sus pasos se voltearon hacia mí. Este abrió un poco los ojos y yo sonreí soltando un pequeño "boo". Este gruño y se tiro encima de mí, pase por debajo de su brazo, quedando en la espalda de él, mi brazo se enrollo en su cuello y un cuchillo de plata en su espalda baja coloque.

-Llévame hasta la habitación de Ekaterina, ahora si no quieres que mi lindo cuchillo se entierre en tu sucia espalda- gruñí.

El hombre asintió repetidamente y me dirigió por un pasillo oscuro hasta llegar a una puerta deteriorada. Este saco un manojo de llaves y abrió la puerta.

Un cuarto frío, oscuro y con mal olor apareció ante mis ojos. De tan solo pensar que Ekaterina dormía aquí mi estomago se revolvía. Mire al tipo con asco, le quite las llaves y lo arrastre conmigo hacia adentro de la habitación.

-¿Ekaterina?-pregunte.

-¿Harry?, ¡Harry!- grito una emocionada Ekaterina para luego ver como se levantaba y corría hacia mí pero unas cadenas le impidieron que llegara hasta la mitad de la habitación.

Jodios cabrones de mierda.

Camine apresuradamente hasta donde Ekaterina. Esta se tiro a mis brazos y comenzó a sollozar.

-Vamos Ekaterina, no puedes llorar ahora, tenemos que largarnos de aquí.

Ekaterina asintió rápidamente.

-Dime cual es la maldita llave- ordene al hombre que seguía ahí.

-El me ayudo Harry- susurro Ekaterina.

El hombre me arrebato las llaves y busco la que era pasándomela.

Le quite las cadenas a Ekaterina y su cuerpo lleno de golpes y sangre se puso de pie. Se encontraba muy lastimada.

-¿Puedes caminar?- pregunte un tanto preocupado.

-Flaca pero no inútil- dijo guiñándome un ojo.

A pesar de todo ella no perdía su sentido de humor.

-Vamos los voy a ayudar a salir de aquí- dijo el hombre señalando la puerta.

Íncubo |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora