Íncubo |H.S|

Especial Navidad:

Nota*: Antes de leer, quiero decirles que esto no afecta la historia, solo pienso que sería tierno que Ekaterina, Harry y el pequeño Edward tuvieran un día en familia, sin problemas. Ahora sí, aquí ta el capítulo.

Narrador omnisciente:

Era Noche buena y la familia Styles se encontraba en la sala de estar cantando mientras esperaban la navidad. Era la primera vez en mucho tiempo que estos se encontraban felices, ¿pero quién no? Con tanto problema. Des se encontraba en un solo mueble aplaudiendo mientras miraba a su nieto reír. Ekaterina y Harry estaban en otra sofá mientras esta estaba recostada en las piernas de Harry. Sus pies estaban un poco hinchados y su panza estaba creciendo. Harry acariciaba su cabello mientras contemplaba a su hijo bailar y cantar las famosas canciones de navidad. Todos estaban en la sala, contentos y emocionados por la espera de las doce para poder ver el rostro de felicidad de su hijo.

El árbol a pesar de que fuera mediano, Harry, se había encargado de llenar la parte de abajo. Ekaterina le había reprochado diciéndole «Estas mal acostumbrando a Edward, Harold» Harry solo había sonreído y le dijo que no importaba.  Las doce de la noche se acercaba y Ed se ponía más ansioso.

—¿Ya son las doce?–preguntó Ed por vigésima vez.

Ekaterina bufo y Harry soltó una carcajada.

—No Ed, todavía no son las doce– dijo Harry  riendo. 

Ed puso sus pequeños ojos en blanco y bufo para luego sentarse al lado de Des.

Harry sabía que Ekaterina se sentía sola así que estaba seguro de que su regalo le iba a encantar.

Ekaterina se levantó de las piernas de Harry y caminó hacia el baño.  Harry no la dejó sola, este la acompaño. Se había vuelto sobre protector luego de que el doctor dijera que era un embarazo riesgoso.

—¿Qué también me vas a bajar los pantalones y bragas para también sentarme y ponerme a orinar, Harold?– preguntó con cierta burla Ekaterina.

Harry bufo y esperó tranquilamente a que Ekaterina orinara.

Cuando esta terminó Harry la acompañó de nuevo a la sala. Solo quedaban cinco minutos para que dieran las doce.

Al ver a su hijo ansioso le dijo que solo faltaban cinco minutos, este alzo sus manos victoriosamente y miró a Des.

—¿Abuelo?– preguntó.

Des bufo ya que se sentía viejo con tal apodo.

—¿Qué pasa Ed?– preguntó Des

— ¿Crees que Santa te trajo algo?– preguntó Ed mientras soplaba un rizo que había caído en su frente.

Des se encogió de hombros. 

La mirada de Ed  se dirigió a los regalos y rogó que fueran las doce y al parecer funcionó ya que Harry había gritado «¡Feliz navidad!».

El pequeño corrió hacia el árbol y chequeó los regalos que tenían su nombre. Eran demasiados, el estaba maravillado.

En total habían seis regalos.

—¡Mira mamá! ¡Son demasiados!– exclamaba el niño emocionado.

Ekaterina miro a Harry y le sonrió para luego susurrarle un pequeño «Gracias».

—Des también Santa trajo algo para ti–dijo Harry señalando una caja.

Des lo miro y le susurro un «Gracias». Des caminó un poco torpe hasta el regalo ya que no se lo esperaba.

Des abrió el regalo y era una cafetera nueva ya la que tenia estaba un poco vieja y Harry se había dado cuenta.