Capítulo 19°:

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Que comience el juego...

Me coloqué en posición de combate y le di varias vueltas a los cuchillos en mi mano. Tiré dos a la misma vez. Uno dio en el corazón y otro en la frente del muñeco. Agarré un arco y coloqué una flecha de plata en esta. Le dispare y está dio en su corazón. No estaba nada mal mi puntería. Seguí practicando alrededor de dos horas. Mañana sería físico. Recogí todas las cosas  y las puse en su lugar para luego irme a casa. Ekaterina debía estar preocupada y Ed debería tener hambre. Había llegado muy temprano aquí, ya era hora de irme.

Apresure mi paso para poder llegar un poco más temprano.

Pensé en casa y en menos de dos minutos ya estaba ahí. Abrí la puerta y me encontré a un Ed imperactivo y un Des con un sobre y una rosa negra en mano y una cara muy preocupada.

Cerré la puerta y Ed dejó de brincar y Des dejó caer el sobre y la rosa.

Esto no me olía bien. Algo estaba pasando y no era bueno.

—¿Y eso?–pregunté señalando la rosa y el papel.

Ed se tiró encima de mí y con suerte logre agarrarlo.

Des me miró y señaló a Ed.

—Ed, ¿Podrias subir a tu habitación? En breve voy–dije revolcando su cabellos mientras le hacía señas para que subiera las escaleras.

—Sientate–ordenó Des.

Yo asentí y me senté en el sillón, tiré de mis cabellos hacía atrás y esperé a que este hablara.

Des suspiró.

—Lo que tengo en la mano es...– un gritó de parte de Ekaterina hizo que dejara a Des con la palabra en la boca y saliera corriendo escaleras arriba.

Entré agitadamente a la habitación y me encontré a Ekaterina mirando todo a su alrededor extrañada. Un gran mechon de cabello se encontraba en su mano y en sus manos tenía un poco de sangre. Ls otra mano se encontraba en su vientre y esta echaba hacía atrás en la cama.

Pequeños murmullos salieron de su boca. Me acerqué a la cama pero esta giró su cabeza rápidamente y fruncio el seño, mientras escondía su vientre. Es como si lo estuviera protegiendo de algo.

Un ruido de el fondo del cuarto llamó mi atención, los ojos de Ekaterina se desviaron y pronto salió de la cama caminando hacía atrás.

Giré en mis talones lentamente para encontrarme con un demonio.

¿Qué mierda hacia un demonio en mi casa?

El demonio comenzó a caminar rápidamente y de la garganta de Ekaterina salió un grito desgarrador diciendo mi nombre mientras esta se hacía ovillo.

Reaccione rápido y busqué en mis botas los cuchillos que había dejado. Se me dificultó ya que este habia llegado a donde mi. Su puño se dirigió a mi cara pero lo esquivé.

—Harry–llamó Des.

Giré y este me tiró una daga de plata. El demonio iba  abalanzarse  hacía mi. La daga que había en mi mano se incrustó en su corazón y este se desplomó.

Me giré hacia Des.

—¿Cómo mierda llegó esto aquí?– le pregunté a Des mientras señalaba al demonio que estaba tendido en el suelo.

—De eso trata la carta Harry, necesito hablar algo importante contigo–dijo Des.

Frunci mi ceño y le eché un vistazo a Ekaterina. Su vista estaba perdida y estaba en trance.

Íncubo |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora