Capítulo 8:

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{El miedo lleva a la ira, la ira lleva al sufrimiento, el sufrimiento lleva al odio y éste a la maldad y la locura.}

Raro. Raro fue que esta mañana me levanté feliz y con ánimos, y amanecí sin marcas, pero amanecí con una H. Esta vez no sentí que alguien me perseguía. Y eso me hacia inmensamente feliz. Puede ser que ahora todo vaya mejor. Pero, ¿porqué la H? No importa, me siento bien y no quiero desperdiciar mis ánimos pensando en la famosa H.

Iba caminando hacia la universidad, pero algo me detuvo por el antebrazo. Me volteé asustada y me encontré con la anciana de la otra vez.

—Tú–susurré.

"Ay niña, ya es tarde, has sido reclamada por el demonio, muchas cosas se avecinaran y no van hacer cosas buenas, van hacer malas, no te enamores de él, porque estarás mas pérdida de lo que éstas. Cuidate y que Dios te proteja en tu camino del mal".

—¡Hey! ¿Quién es usted?–reaccioné antes de que se fuera.

No importa quién yo sea, pero si importa quien es él.

—¿Quién?– pregunté desesperada.

Él que te observa en la noche linda. peor pesadilla.

Después de eso la anciana desapareció. Y me quedé mas confundida de lo que estaba.
Retiró lo dicho ya no tengo ánimos y no me siento feliz, me siento pérdida, triste, desolada y confundida. ¡Ay Diosito ayúdame, ¿porqué yo?!

Seguí caminado hacia la universidad dónde me di cuenta que llegué una hora tardé por lo ocurrido en el camino.  

Suspiré y caminé hacía el patio trasero de la universidad me senté debajo de un árbol, me puse a pensar y tratar de encajar todo.

Ok aquí vamos.

1. Íncubo, Demonio, vampiro.
2. Chupones y marcas.
3.Visiones, voces y perdida de conciencia.
4.Sombras y juegos.
5. Reclamada y el mal.

Suspiré ya que no llegué a nada. Maldita sea porqué no lógro comprender nada. Solo más preguntas se acumulaban.
Escuché que sonó el timbre de cambio y salí corriendo para poder llegar a la siguiente clase.  Me senté en los últimos asientos y lo único que escuche fue bla bla bla y la psicología y bla mentes bla bla. Agradecí cuando término mi día en la escuela y salí corriendo hacia el trabajo para no llegar tarde. Pagan bien. Como estaba corriendo llegué agitada haciendo reír a Louis.

—Cualquiera diría que te estaban persiguiendo ¿eh?–dijo burlón.

Cabe decir que Louis es un poquito payaso, bueno, bastante. Yo bufé y lo miré mal.

—No me jodas Louis–me crucé de brazos.

El carcajeó y me mandó a  la caja a cobrar. La campanita sonó y entró un joven alto con rulos color chocolate, ojos color esmeralda, tatuajes adornaban sus brazos y su pecho ya que traía una camisa de manguillos. Juró que reconocería esos ojos color esmeralda y esa sonrisa de lado pero dónde. Traté de hacer memoria, pero no pude.

—Buenos Tardes, ¿En qué puedo ayudarlo?–le pregunté a el joven de rulos.

—Busco el área de ropa deportiva–dijo con voz ronca.

Y ahí lo reconocí.

—Tú–susurré.

Sus ojos se pusieron negros y volvió esa sonrisa cínica.

—Yo–dijo burlón.

—¿Quién eres?–dije alterada.

—Mm empieza con D y termina con O–dijo burlón.

Íncubo |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora